Con el objetivo de presentar los pasos que se deben seguir para implementar proyectos relacionados con electromovilidad en la minería, el Programa de Energías Renovables y Eficiencia Energética de la GIZ, acaba de publicar una guía que busca ayudar la adopción de esta tecnología con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Desde GIZ explicaron que para la redacción de esta publicación se trabajó durante tres meses con el Centro Mario Molina y la Red de Eficiencia Energética y Reducción de Emisiones en Minería, coordinada por GIZ y compuesta por 16 empresas del sector, las cuales plantearon sus mayores preocupaciones y desafíos a abordar a la hora de diseñar proyectos relacionados con electromovilidad.
Javier Hueichapán, asesor técnico de GIZ y coordinador de la Red, destaca que “este trabajo resume y explica las decisiones y pasos que deben abordar las empresas mineras y sus distintas áreas de trabajo, para conseguir una implementación con la menor cantidad de sobresaltos posibles”.
En tanto Lourdes Becerra, del Centro Mario Molina, sostiene que “adoptar la electromovilidad es una medida de resiliencia y de gestión del riesgo financiero ante los futuros desafíos de la industria minera, esto significa un proceso detonador de cambios en la operación de las faenas y en los modelos de negocio, se requiere la generación de un amplio abanico de condiciones habilitantes para capturar el valor de las tecnologías. Una hoja de ruta ayudará a disminuir los niveles de incertidumbre y a ordenar las prioridades dentro de las compañías”.
La “Guía para la elaboración de una hoja de ruta para adoptar la electromovilidad en la minería chilena”, es un trabajo del proyecto Eficiencia Energética en la Minería de GIZ.