La Alianza CCM–Eleva presentó la décima versión del Estudio de Fuerza Laboral de la Gran MinerÃa Chilena 2025–2034, desarrollado junto a empresas mineras y proveedoras del sector y que contó con el patrocinio del Ministerio de MinerÃa. Dicho documento se configura como un relevante análisis sobre la evolución del empleo, las brechas de talento y los desafÃos formativos que marcarán a la industria en la próxima década.
Esta nueva edición fue posible gracias al compromiso de 13 compañÃas mineras, que aportaron información correspondiente a 36 operaciones activas y sus casas corporativas. A ello se suma la participación de 11 empresas proveedoras de la Cadena de Valor Principal (extracción, procesamiento y mantenimiento), cuya información permite incorporar la mirada de los contratistas con mayor presencia en el sector.
La ministra de MinerÃa, Aurora Williams, destacó que «desde 2011 este informe sectorial nos ha brindado datos que nos han permitido ver su evolución, proyectar cambios y ver con mayor claridad el impacto de las polÃticas públicas y corporativas en la fuerza laboral minera. Nuestra cartera mantiene un convenio de colaboración con CCM-Eleva, para el monitoreo de indicadores de la presencia de mujeres en la minerÃa nacional. Gracias a este seguimiento, este 2025 celebramos el 23,1% de mujeres en la gran minerÃa, que posiciona a Chile como lÃder mundial«.
El estudio se elaboró a partir de una muestra de 70.250 trabajadores, de los cuales 51.712 corresponden a la dotación directa de la Gran MinerÃa, y 18.538 a empresas proveedoras.
Tendencias en la fuerza laboral
Entre sus principales hallazgos, destaca el crecimiento sostenido de la fuerza laboral, que prácticamente se duplicó en los últimos ocho años, pasando de 105.00 trabajadores en 2016 a 209.000 trabajadores en 2024.
El empleo minero se caracteriza por una mayor participación de trabajadores de empresas proveedoras, que
representan tres de cada cuatro personas, mientras que la dotación propia constituye un 25% del total. Más de la mitad de los puestos de trabajo corresponden a los procesos de Extracción y Mantenimiento, que cumplen un rol central en las funciones operativas esenciales para la continuidad de las faenas mineras.
En empresas mineras predomina el grupo ocupacional de Operadores/as (35%), mientras que en las proveedoras destaca el de Mantenedores/as (41%).
Respecto al empleo local, en 2024, siete de cada diez trabajadores de las compañÃas mineras viven y trabajan en la misma región. Esta cifra representa una disminución respecto a años anteriores, pero hay que tener en cuenta que la variabilidad del empleo local está sujeto a factores externos, como la evolución de los proyectos mineros, los requerimientos de especialización de la fuerza laboral, las brechas de competencias laborales y/o los ciclos de inversión del sector.
Tecnologización
La minerÃa chilena avanza en procesos de digitalización, consolidando una industria más automatizada, segura y basada en datos. En la próxima década, la flota de camiones autónomos podrÃa triplicarse, reflejando la aceleración de la automatización y la necesidad de nuevas competencias técnicas en la fuerza laboral.
Actualmente, cerca de mil personas trabajan en Centros Integrados de Operaciones (CIO) asociados a 15 faenas en cinco regiones, impulsando una minerÃa remota y digital. En estos centros, tres de cada diez trabajadores son mujeres y más del 88% corresponde a operadores/as y profesionales, evidenciando su perfil técnico especializado.
«Este escenario refuerza el rol estratégico del Marco de Cualificaciones para la MinerÃa, junto con la educación continua, la formación dual y las metodologÃas de aprendizaje experiencial. Estos elementos —impulsados de manera colaborativa por la Alianza CCM-Eleva— son indispensables para acompañar los cambios organizacionales y tecnológicos que está viviendo la industriaâ€, destacó Natalia Morales, gerenta del Consejo de Competencias Mineras.
Este escenario de crecimiento y tecnologización de la fuerza laboral, viene de la mano de una mayor especialización de sus trabajadores. Si hace 10 años, la mitad de los trabajadores sólo contaban con educación media, hoy 3 de cada 4 trabajadores tienen estudios de educación superior técnico profesional o universitaria.
Envejecimiento
Otra tendencia destacada por el estudio es un paulatino envejecimiento de la fuerza laboral durante la última década, reflejado en un aumento de la edad promedio de los trabajadores, y una disminución de trabajadores menores a los 30 años.
La edad promedio de los trabajadores en las empresas mineras es de 43,5 años, estable respecto a 2022 (43,0 años), mientras que en las proveedoras alcanza los 40,8 años, con un aumento sostenido en los últimos años. En 2024, el grupo etario predominante en empresas mineras es el de 35 a 44 años, mientras que en proveedoras predomina una fuerza laboral relativamente más joven, especialmente entre los 30 y 39 años.
Participación femenina
La mayor concentración femenina se observa fuera de la Cadena de Valor Principal, donde alcanza un 35% en mineras y un 22% en empresas proveedoras. Asimismo, las mujeres concentran un alto nivel educativo, donde el 66% de las mujeres en mineras y el 58% en proveedoras son profesionales con tÃtulo universitario.
La industria minera chilena ha superado antes de lo previsto la meta del 20% de participación femenina establecida en la PolÃtica Nacional Minera para 2030. En 2025, con un 23,1%, está muy próxima a alcanzar un nuevo objetivo del 24% fijado para el perÃodo 2025-2028 por las mismas empresas, evidenciando un avance concreto hacia la equidad de género en el sector.
Respecto a la diversidad e inclusión en la minerÃa, la contratación directa de personas con discapacidad, que representan en promedio el 1,2% de la fuerza laboral, se encuentra principalmente en cargos operativos y
profesionales.
Proyección
Al año 2034, la industria minera proyecta la incorporación de 36.895 nuevos trabajadores, impulsada por un plan de inversiones superior a US$51 mil millones, que refleja la continuidad y expansión de la actividad minera en el paÃs. La demanda se concentra en Antofagasta, Macrozona Centro y Atacama, que reúnen más del 86% del total, en lÃnea con la ubicación de los principales proyectos mineros en desarrollo.
El retiro de trabajadores constituye el principal impulsor de la demanda por nuevos talentos, representando el 87,4% del total proyectado a 2034, lo que plantea la necesidad de planificar con anticipación la renovación generacional y la transferencia de conocimientos crÃticos.
“La colaboración entre empresas, instituciones educativas, sindicatos y organismos públicos será decisiva para enfrentar los desafÃos de la próxima década. El trabajo conjunto y la articulación intersectorial son factores clave para impulsar estrategias integrales que fortalezcan el capital humano en todo el paÃsâ€, afirmó Vladimir Glasinovic, director del Programa Eleva.
En sÃntesis, el análisis de tendencias, que considera más de 10 años de datos recopilados, permite afirmar que la fuerza laboral minera de Chile es cada vez más grande, más tecnologizada, más especializada, más madura y diversa.
- Revise el estudio completo AQUÃ.

