El camino de Von Mühlenbrock hacia la reelección

Nov 3, 2014

Fortalecer las áreas de políticas públicas, internacional y comunicaciones en el principal gremio fabril del país son algunas de las solicitudes que se le han realizado al actual presidente de la Sofofa.

(El Mercurio) Las aguas han estado movidas en la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) y no necesariamente por la Cena Anual de la Industria que se realizará el próximo martes, sino por la antesala del proceso que enfrentará en abril próximo la entidad para definir el nombre de su presidente número 33.

El anuncio de la candidatura de Hermann von Mühlenbrock para un segundo mandato cinco meses antes de que termine su período sacó a la luz diferencias internas respecto de su gestión y respecto de cuál es el rumbo y rol que debe jugar esta entidad.

La Sofofa es uno de los gremios más antiguos que existen en Chile, y de sus filas han salido varios timoneles para la principal cúpula empresarial del país, la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC); entre ellos, Domingo Arteaga, Juan Claro y Rafael Guilisasti.

La entidad comenzó a operar en 1883, mucho antes de la creación de la misma CPC en 1935, y el objetivo era hacer valer los derechos del sector industrial y transformar a Chile en un país eminentemente fabril.

Quien lidere la Sofofa en el período 2015-2017 representará a un gremio que agrupa a cerca de 2.500 empresas, 38 asociaciones sectoriales y ocho filiales regionales, que en conjunto engloban al 30% del Producto Interno Bruto (PIB) chileno.

No se trata de una elección gremial trivial, lo que explica el debate interno que se ha generado entre sus consejeros en las últimas semanas respecto del estilo de liderazgo con que la industria enfrentará los temas país, en un escenario marcado por reformas profundas en áreas que tienen impacto en el mundo privado.

Una decisión precipitada

Fiel al estilo de los empresarios fabriles, todo este proceso se ha dado en forma silenciosa, pero es un secreto a voces que las elecciones de abril próximo son un tema obligado de conversación entre los consejeros.

El tema adquirió mayor relevancia a mediados de octubre, cuando Hermann von Mühlenbrock en una entrevista con «El Mercurio» manifestó su intención de seguir en el cargo por dos años más.

En pos de ese objetivo ya comenzó a buscar apoyos entre los consejeros, lo que ha incomodado a algunos, quienes consideran que haber comenzado este proceso cinco meses antes de las elecciones fue una «decisión precipitada». De hecho, otros gremios, como la Cámara Nacional de Comercio (CNC) y la Sociedad Nacional de la Agricultura (SNA), también tendrán elecciones en 2015, y sus actuales presidentes, pese a que podrían ser reelectos, han preferido no pronunciarse aún sobre esa materia.

En miras a la reelección, habría encontrado apoyo en consejeros emblemáticos de la Sofofa, como Juan Eduardo Errázuriz, Cirilo Córdova, Félix Bacigalupo y Juan Antonio Guzmán. Pero de acuerdo a fuentes de este gremio, habría sido con condiciones.

Las exigencias planteadas apuntan principalmente a fortalecer los equipos internos de la Sofofa, tema que ya se había conversado con Von Mühlenbrock en los primeros meses de su gestión y que incluso fue abordado en un plan de trabajo elaborado por el ex vicepresidente de la entidad Claudio Muñoz, pero que en la práctica «no se materializó en medidas concretas y profundas», según la visión de algunos consejeros (ver recuadro).

Un hecho concreto del desencanto con su gestión se vio en marzo pasado con la abrupta salida de Claudio Muñoz y Alfonso Swett de las vicepresidencias de la Sofofa. Ambos dirigentes representaban para muchos el «recambio generacional» de la entidad, por lo que su partida dejó cicatrices. La molestia de algunos consejeros ha llegado a tal punto, que han comenzado a avanzar en la elaboración de una lista paralela que compita con Von Mühlenbrock, pero hasta ahora no habría nombres concretos sobre la mesa. Una opción que habría sido sondeada fue Claudio Muñoz, pero este habría declinado debido a sus proyectos en Telefónica.

Fuentes cercanas a Von Mühlenbrock bajan el perfil a estas críticas y sostienen que estas se acotan a un «pequeño grupo» de consejeros, y que en la práctica son más los socios que le han dado su apoyo al actual titular de la Sofofa. Ante esto, los detractores de Von Mühlenbrock señalan que este apoyo se debe en parte a que no ha surgido aún otro liderazgo y a que varios consejeros consideran que se daría una mala imagen si no se reelige al presidente como ha sido la tónica de los últimos cinco timoneles.

Potenciar políticas públicas

De acuerdo a quienes apoyan a Von Mühlenbrock, las medidas planteadas para mejorar la gestión de Sofofa apuntan en dos líneas de acción.

A nivel ejecutivo, muchos creen necesario potenciar el área relacionada con políticas públicas, en la cual Rafael Guilisasti propuso fichar al ex asesor de la Segpres Claudio Seebach. Esto ocurrió, agregan fuentes cercanas al gremio, en marzo pasado, cuando el ex presidente de la CPC aceptó asumir como vicepresidente de Sofofa, tras la salida de Muñoz y Swett. Sin embargo, la recomendación de sumar a Seebach fue soslayada por Von Mühlenbrock, quien optó por otro esquema.

Actualmente, la estructura ejecutiva de Sofofa está conformada por una secretaría general y cinco gerencias, en lugar del modelo que operó hasta 2013 y que consistía en una secretaría general, seis gerencias, dos subgerencias y un coordinador de Estudios.

Los hombres de confianza de Hermann von Mühlenbrock son Jorge Ortúzar, quien asumió a mediados de este año como secretario general del gremio, pero que sigue a cargo de las tareas corporativas, y Javier Vega, quien estaba a cargo del área de estudios, pero que ahora es gerente de Estudios y Asuntos Regulatorios.

Nexos internacionales y con las comunidades

Para otros consejeros, la entidad también requiere tener una presencia activa en el exterior y establecer una relación directa con sus pares de otros países que vaya más allá de los consejos empresariales existentes y del contacto que se establece en las giras presidenciales. De acuerdo a fuentes de la industria, esta necesidad fue planteada por consejeros cuya opinión es relevante para el presidente de la Sofofa -como Juan Eduardo Errázuriz y Juan Antonio Guzmán-, por lo que el gremio ya está trabajando en medidas concretas para potenciar esta área antes de que finalice 2014.

Comunicaciones es otro de los departamentos que algunos consideran necesario fortalecer. Argumentan que la Sofofa debe tener una mayor presencia en regiones y en temas relacionados con las comunidades donde se insertan los proyectos de inversión de la industria. Otros agregan que es fundamental mejorar los contenidos que el gremio pone en el debate público, para que las posiciones empresariales no sean vistas simplemente como una defensa de intereses de sectores específicos.

Hoy no existe una gerencia a cargo de este tema, pese a los intentos de Von Mühlenbrock por crear una durante este año.

A nivel más global, lo que algunos han pedido es crear más comisiones especializadas y retomar los consejos mensuales de la Sofofa. Los encuentros más espaciados comenzaron a regir en abril de 2013. Un mes las reuniones son solo de gremios, al siguiente de empresas y al tercero el cónclave que reúne a todos los consejeros. De acuerdo al análisis de algunos de sus miembros, «esto ha mermado el compromiso» con la Sofofa y ha restado interés por asistir a los consejos generales, diluyendo el actuar de esta instancia en la mesa directiva.

Reforzar nuevos liderazgos, uno de los lineamientos para el segundo período

Pese a las diferentes evaluaciones que existen respecto de la conducción de la Sofofa en los últimos dos años, hay consenso en que es altamente probable que Hermann von Mühlenbrock sea reelecto, pero que tendrá que dar garantías de su compromiso con la modernización de la Sofofa.

De acuerdo a consejeros cercanos al líder de los industriales, este ya se ha comprometido con mejorar el rol de la Sofofa en algunas áreas como la internacional, donde ya está avanzando en nuevas contrataciones.

Hermann von Mühlenbrock también ha adelantado ejes de su gestión para un nuevo período. Entre esos lineamientos figuran reforzar la difusión y defensa de los principios de la libertad, emprendimiento, libre competencia y rol de la empresa en la sociedad; ampliar la participación de consejeros en las distintas instancias que se han creado en la Sofofa; profundizar la incorporación de nuevos liderazgos en las regiones y también de consejeros jóvenes y mujeres. También potenciar la difusión de buenas prácticas empresariales en materias como relaciones laborales, cuidado del medio ambiente y relaciones con la comunidad.

Para algunos socios de Sofofa, estos enunciados son una buena señal, pero para otros, aún se requiere de cambios más concretos que garanticen una conducción más potente del principal gremio industrial del país, basada en el trabajo interno más que en la cantidad de apariciones públicas.

«Von Mühlenbrock tiene que arremangarse las mangas y preocuparse menos de la foto», sentencia un consejero, quien al igual que muchos empresarios ve con optimismo un segundo período del actual presidente de la industria si este logra unir el gremio y fortalecer sus equipos.

 Un controvertido estilo de conducción

«Reemplazar a Andrés Concha es terriblemente complejo». Con esta frase asumía en abril de 2013 la presidencia de Sofofa Hermann von Mühlenbrock.

Una frase que solo la entienden quienes han estado por largos años en el gremio. Este ha sido desde hace años manejado internamente por pocas manos. Andrés Concha fue durante 12 años secretario general de la entidad, y era socio de Bruno Philippi en Pilmaiquén, por dar un ejemplo.

Es por esto que los intentos por abrir este núcleo no siempre han sido bien recibidos, comentan dirigentes empresariales. Esto quedó patente cuando Pablo Bosch, previo a la cena de la industria de 2012 -y quien había manifestado su interés por liderar la industria-, envió una carta en que planteaba la necesidad de una renovación en la Sofofa. Esta fue leída por algunos consejeros como una crítica a la conducción de Concha, lo que habría cimentado la llegada de Hermann von Mühlenbrock.

Por esto, algunos valoran el trabajo de Von Mühlenbrock en estos casi dos años, y sostienen que hay que darle la oportunidad de seguir a la cabeza de la Sofofa.

Valoran que sea un líder que coordina a sus equipos, pero que deja deliberar internamente.

«Hermann convoca y deja trabajar», afirma un integrante de uno de los comités.

Cuando Concha era presidente, recuerdan varios, este conocía en profundidad cada materia que se estaba analizando. El estilo de Von Mühlenbrock, agregan algunos consejeros, es más gerencial, reflejo de sus 30 años en Gerdau Aza.

Sin embargo, otros dirigentes ven en este estilo falta de contenido y además consideran necesario que el presidente de la Sofofa arme un núcleo afiatado para su segundo período en caso de ser reelecto.

«Veo a Hermann muy solo», sostiene un dirigente que apoyará su reelección, pero que ha planteado la necesidad de reforzar tanto los equipos internos como la mesa directiva.

Tanto Rafael Guilisasti como Carlos Hurtado asumieron como vicepresidentes en marzo pasado, pero su arribo no estuvo dado necesariamente por un proyecto común con Von Mühlenbrock, sino por la abrupta salida de Claudio Muñoz y Alfonso Swett.

A esto se sumó, además, la salida de Cristóbal Philippi de la secretaría ejecutiva, hermano de uno de los hombres fuertes de la industria, Bruno Philippi, quien lideró la Sofofa entre 2005 y 2009 y que tendría reparos respecto de la gestión de Sofofa en los últimos dos años.

Otro aspecto del estilo de conducción de Von Mühlenbrock que ha sido controvertido son sus apariciones públicas. Mientras algunos consejeros como Herman Chadwick y Pedro Lizana hacen una evaluación positiva de sus declaraciones e incluso valoran su mayor presencia mediática, otros advierten que tiene «demasiadas ansias de figuración» y que eso se ha traducido en algunos desaciertos, como cuando en un seminario días antes de que se conociera el proyecto de reforma tributaria advirtió que con los cambios impositivos saldrían capitales fuera del país.

Las razones de la salida de Muñoz y Swett

Uno de los momentos difíciles al interior de la Sofofa ocurrió en marzo de este año, cuando renunciaron los dos vicepresidentes, Claudio Muñoz y Alfonso Swett. En el caso del primero, por diferencias respecto de las tareas que debía implementar el gremio; en el caso del segundo, por un tema de estilo.

Ambos habían renunciado en diciembre de 2013 en un desayuno en el que también estuvo Cristóbal Philippi, pero siguieron ante la expectativa de cambios.

El detonante de la salida de Muñoz tres meses después se debió a un plan que elaboró con los principales lineamientos que debía seguir la Sofofa. Concretamente, elaboró una carta Gantt que consideraba una mayor presencia de la Sofofa en temas de políticas públicas, innovación, emprendimiento, relación con los consumidores, comunidades y medio ambiente, entre otras materias. De hecho, en todas estos puntos el presidente de Telefónica Chile planteaba crear los denominados «grupos de interés».

Sin embargo, quienes apoyan a Hermann von Mühlenbrock señalan que este sí ha implementado gran parte de las propuestas planteadas por Muñoz y esgrimen como argumento el fortalecimiento de las comisiones especializadas de la Sofofa, las cuales aumentaron en cantidad, pero además se sistematizó su trabajo con reuniones a lo menos mensuales.

La comisión «estrella» que muchos mencionan es la tributaria, liderada por Félix Bacigalupo, y que tuvo una participación relevante en la discusión de la reforma tributaria. Una de sus integrantes era la abogada Carolina Fuenzalida, quien participó en la elaboración del protocolo de acuerdo que fue la base del nuevo sistema impositivo que hoy rige en el país.

Si bien hay consenso en que las comisiones especializadas han significado un avance, muchos advierten que el plan de Muñoz iba mucho más allá y apuntaba a un «reposicionamiento de la Sofofa» con la creación de instancias que se hicieran cargo de una nueva relación con distintos mundos, como, por ejemplo, los emprendedores y los consumidores.

A juicio de algunos consejeros, esto reflejaría la «pasividad» y «poco interés» de Von Mühlenbrock frente a estos desafíos que enfrentan hoy los gremios, y consideran que si es reelegido, debe hacerse cargo de estos temas.

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