(La Tercera)El menor crecimiento en seis años registró la economía de China, luego que la Oficina Nacional de Estadísticas informara anoche que el Producto Interno Bruto se expandió 6,9% entre julio y septiembre.
Esta es la cifra más baja desde el primer trimestre de 2009, cuando en plena crisis financiera la economía del gigante asiático creció 6,2%. Sin embargo, el crecimien en el tercer trimestre fue levemente superior a la proyección de 6,8% del mercado.
“La perspectiva de crecimiento se mantiene débil”, escribió en una nota antes de que se conociera el dato Louis Kuijs, jefe de economía de Asia de Oxford Economics. “Más flexibilidad macroeconómica debería venir, aunque no hay grandes planes de estímulo”, agregó.
La agencia detalló que el sector primario aumentó a un ritmo anual de 3,8%; el sector secundario (manufactura) trepó 6% y el de servicios escaló 8,4%.
“El sector servicios está creciendo mucho más rápido que el sector manufacturero”, afirmó a Bloomberg Zhu Haibin, economista jefe para China de JPMorgan. “Es lo que llamamos la economía de dos velocidades, la desaceleración de la manufactura es el mayor problema para la economía china en el corto plazo”, añadió.
Sin embargo, algunos interpretan que las medidas de estímulo por parte de las autoridades están dando frutos.
“Todo esto indica que la reestructuración y la modernización de la economía china está avanzando firmemente”, declaró Sheng Laiyun, vocero de la agencia de estadísticas. Agregó que “la condición general de la economía china se mantiene sólida”.
Impacto
Nerviosismo existe en el mercado frente al crecimiento de China en el tercer trimestre de este año, ello se podría ver reflejado hoy en el precio de los comodities y el desempeño de las bolsas. Los analistas temen que el desempeño efectivo sea aún más débil, arrastrando consigo al resto de las economías, donde Chile no es la excepción.
De hecho, el precio del cobre, principal exportación de Chile, cayó el viernes 1,39%, al cerrar en US$ 2,39 la libra ante los temores por una profundización en la desaceleración de China.
Los acontecimientos en el gigante asiático entre julio-septiembre fueron titulares recurrentes en los medios del mundo, ya sea por la brusca corrección de las bolsas locales, la sorpresiva devaluación del yuan en agosto y las débiles cifras económicas. Incluso llevó a la Reserva Federal de Estados Unidos a postergar su decisión de comenzar a elevar las tasas de interés.
El país asiático ya reconoce que lograr la meta de 7% de crecimiento anual “no es fácil”. Así lo señaló el fin de semana, el primer ministro chino, Li Keqiang, quien admitió que el gobierno enfrenta significativos obstáculos para alcanzar sus objetivos económicos. Por eso, llamó a continuar con la reforma del sistema financiero.
Desplome bursátil
Diversos analistas creen que el sector financiero fue uno de los rubros que fue una carga para la actividad doméstica en el verano boreal.
“El auge en los mercados de capitales, que estimamos que sumó 0,5 punto porcentual al crecimiento en la primera mitad del año, se ha convertido en un colapso”, afirmaron Orlik y Chen.
Chang Liu, economista de la consultora Capital Economics, sostuvo que el derrumbe en la actividad bursátil provocó una “carga considerable en el crecimiento de la producción del sector financiero el mes pasado”.
Por su parte, los economistas de Société Générale aseguraron en un informe que el aporte de este rubro “debería haber bajado particularmente, luego del desplome del mercado accionario”. Por esto mismo, la fortaleza del sector de servicios no financiero será “particularmente crucial, especialmente para el mercado laboral”.
Dicha visión es compartida por Jennifer Lee, economista senior de BMO Capital Markets, quien detalló en un reporte que los servicios representan cerca de 50% del PIB.
“Ahí es donde se dará cualquier sorpresa al alza, porque los servicios no son medidos en los indicadores económicos mensuales estándar como la producción industrial y la inversión en activos fijos”, explicó.
Perspectivas
En cuanto a las perspectivas para lo que queda del año, Cristoph Weil, analista de Commerzbank, estima que la economía china aún no toca fondo “ya que la corrección de los desequilibrios en el mercado inmobiliario y el alto endeudamiento de las compañías chinas no financieras deberían continuar enfriando el crecimiento económico”.