(Pulso) Un mal 2014 es, definitivamente, el que vive la industria de la construcción. El rubro cerraría este año con una contracción de 0,7%, la primera desde el 2009. No obstante, los ánimos no mejoran de cara al 2015, según proyecciones de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC): se estima un crecimiento de sólo 0,6%, en el mejor de los escenarios analizados.
Ayer, durante la presentación del Balance 2014- Proyecciones 2015 que realizó el gremio (a partir de los datos de su informe Macroeconomía y Construcción MACh), el gerente de Estudios de la entidad, Javier Hurtado, explicó que el próximo año estará marcado por una menor cantidad de proyecto en energía. En este rubro productivo, al cual las firmas constructoras prestan servicios directos, hay proyectos por US$2.670 millones, de los cuales sólo el 35% (US$939 millones) son obras de arrastre o que tienen todas las condiciones para comenzar a funcionar. No obstante, el grueso de la inversión, cerca de US$1.731 millones, aún no tendrían los permisos ambientales aprobados o estarían en etapas de búsqueda de financiamiento.
La inversión ligada a la construcción depende en un 50% de iniciativas privadas (sobre todo minería y energía), un 30% en proyectos de vivienda y un 20% en obras de infraestructura pública. Por lo mismo, la caída de la inversión en energía complica las proyecciones del sector.
“Las cifras reflejan la desaceleración que experimenta el sector desde fines de 2013 producto, principalmente, de la menor inversión productiva privada que registra el país. Lo anterior, además, impacta el mercado laboral. En septiembre, el empleo en la construcción anotó dos trimestres consecutivos de contracción anual, por lo que estimamos que este año el desempleo sectorial se ubicará en torno a 10,5%”, explicó Hurtado.
Además, el gerente puntualizó que el escenario es incierto para la inversión en infraestructura productiva privada, en especial porque en julio de este año se proyectó para 2015 un gasto en construcción del orden de US$ 11.000 millones, cifra que tres meses después se redujo a US$ 8.000 millones por exclusión de algunos proyectos mineros, recalendarización de inversiones relacionadas con energía y falta de dinamismo en la inclusión de nuevos proyectos que permitan renovar la cartera.
Por lo mismo, el gremio estima que, por segundo año consecutivo, la inversión en infraestructura productiva privada registrará una contracción de 0,9% en 2015.
En contraposición, la inversión pública experimentaría una importante alza de 14,6% el próximo año, incremento que, de materializarse en 2015, “podría compensar en parte el ciclo contractivo por el que atraviesa la inversión en infraestructura productiva privada”, sostuvo Hurtado.
Por otro lado, se proyecta que a nivel nacional se venderán 60 mil viviendas privadas (sin subsidio), mostrando una caída 3,9% respecto de 2014. No obstante, Hurtado indicó que el próximo año estará marcado por dos fuerzas contrapuestas: la desaceleración de la economía y el posible aumento en la decisión de compra de una vivienda de cara a que en 2016 los precios subirán por la reforma tributaria y el IVA a la venta de este tipo de bienes.
Además, detalló que este último factor ha llevado a que aumenten la cantidad de permisos de edificación, puesto que las inmobiliarias estarían apostando a aumentar su oferta ante esta posibilidad. Con lo cual, Hurtado prevé que la cantidad de ventas en verde podrían aumentar durante 2015.
Junto con ello, el próximo año habría un aumento real anual del 17% en el presupuesto del Ministerio de Vivienda para el pago de este instrumento. No obstante, el foco principal de este crecimiento en la cartera estaría en subsidios a la protección del patrimonio familiar.