(Pulso) Las perspectivas de crecimiento a nivel global se acotan, a la vez que eventos noticiosos sorprenden a los mercados, como lo hizo Reino Unido con la votación del Brexit. Sorpresas que analistas estiman podría repetirse, ya sean en otros países europeos replicando la decisión de Reino Unido, o resultados inesperados en las elecciones presidenciales en EEUU el próximo 8 de noviembre. La incertidumbre y volatilidad tocaron la puerta para quedarse: nada se puede dar por sentado.
Dentro de este escenario, en el último informe de materias primas elaborado por BCI Corporate and Investment Banking la entidad financiera estima que el Brexit se traduciría en menor demanda mundial, manteniendo precios en niveles bajos por mayor tiempo. En ese contexto, proyectan que el precio del cobre se verá afectado por una mayor sobreoferta hasta 2018, algo que los lleva a apuntar a un precio del metal en US$2,20 la libra a diciembre de 2016. A la vez que el oro se beneficiaría con bajas tasas de interés mundial.
“Nuestras expectativas para los precios de cobre y petróleo son de una leve tendencia al alza en el mediano plazo (…) Sin embargo, el balance de riesgo está hacia la baja, ante mayor incertidumbre de las reales consecuencias del Brexit sobre la economía y comercio mundial”, destaca BCI.
Según explica el informe, para el cobre el exceso de oferta se mantendría por los próximos dos a tres años, donde la oferta se mantendrá elevada y no podrá ser contrarrestada por el débil crecimiento de la demanda. Esto se explicaría, en parte, al menor ritmo de actividad en China y la lenta recuperación de Europa.
Mientras que para el petróleo WTI estiman que debería llegar cerca de los US$45 por barril hacia fin de año, denotando algo de reducción en la producción de EEUU, nulas expectativas de recorte en la producción de la OPEP, e Irán aumentando su producción, para luego aumentar levemente a US$50 por barril a fines de 2017, luego que la producción en EEUU e Irán muestre algo de mayor estabilidad.
“Estos factores de mayor optimismo en el precio y la demanda, deberían comenzar a desvanecerse, y llevaría a leves presiones a la baja en el precio durante el tercer trimestre”, consigna BCI.
Con todo, el informe destaca que la volatilidad de los mercados, se mantendrá durante lo que queda del año, por lo menos durante lo que perdure la incertidumbre política en Reino Unido, manteniendo presionado al dólar multilateral. “En el mediano plazo, si bien es probable que la Fed no aumente tasas este año, entregando algo de respiro al dólar, acciones de mayor relajamiento cuantitativo por parte de grandes banco centrales como el BCE, el BoE y el BoJ, podría volver a presionar a la moneda estadounidense”, consigna.