(Diario Financiero) Las autoridades brasileñas ven cada vez con mayor certeza que la economía está cayendo en su peor período de recesión en 25 años. A las pesimistas previsiones de crecimiento para el próximo bienio se suma la aceleración de la inflación este año, manteniéndose por encima del objetivo anual en 2016, y el rápido deterioro del mercado laboral, con un significativo aumento en la tasa de desempleo desde diciembre.
El banco central estimó, en un escenario que no contempla racionamiento de energía y agua, que Brasil atravesará dos años consecutivos de retracción del Producto Interno Bruto. Según el diario local Valor, la autoridad monetaria revisó a la baja el PIB para 2014 de 0,2% a una caída de 0,1%. El dato oficial se conocerá hoy.
En la revisión para las cifras de 2014, el central empeoró todos los componentes de la oferta, con Agricultura pasando de un crecimiento de 1,4% a 1,3% e Industria de -1,4% a -1,7%. Por el lado de la demanda, empeoró la proyección para la inversión, ampliando la caída de 7,1% a 8,2%. En 2015, se espera una baja de 0,5% en el PIB y de 6% en la inversión. La demanda privada se desaceleraría desde 1% a apenas 0,2%.
Falla meta de inflación
La autoridad elevó también su previsión de inflación para este año a 7,9% si la tasa referencial Selic se mantiene en 12,75%. La cifra está muy por encima de la estimación previa (6,1%) y de la meta anual (6,5%). Para fines de 2016, el emisor espera que caiga a 4,9%, una décima menos que la previsión anterior.
El central considera que si bien el ajuste de las tarifas reguladas y la depreciación del real intensificarán la presión sobre los precios el corto plazo, la política monetaria mitigará los efectos secundarios.
La previsión del emisor es, sin embargo, más optimista que la del mercado. Los economistas sondeados para el último boletín Focus estimaron que el PIB se contraerá 0,83% en 2015, el peor resultado desde 1990. Para 2016 prevén un crecimiento de 1,2%. La inflación, en tanto, escalaría a 8,12%, la más elevada desde 2003. Según los expertos, pese a que la tasa Selic está en máximos de seis años, el mayor costo de endeudamiento no sería suficiente para contener la inflación este año.
Alza del desempleo
La tasa de desempleo no desestacionalizada subió en febrero a 5,9% desde 5,3% el mes anterior, y por encima de lo previsto (5,7%). Se trata del segundo mes consecutivo de incremento y su mayor nivel desde junio de 2013.
La escalada del desempleo, con un alza de 1,6 puntos porcentuales desde el 4,3% de diciembre de 2014 (su valor más bajo en ese año), subraya según los expertos el negro periodo que atraviesa la economía. Fábricas, granjas y empresas de servicio recortaron puestos de trabajo por tercer mes consecutivo en febrero, señaló otro reporte gubernamental de este mes.
Los salarios reales, ajustados por inflación, bajaron 1,4% el mes pasado en comparación con enero, a un promedio de 2.163,20 reales (US$ 680) al mes, 0,5% más que en 2014.
La situación eleva la presión sobre el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff. Al complicado escenario macroeconómico se suma el malestar por el caso Petrobras y la crisis social gatillada por las adversas condiciones climáticas del país (colapsado por sequía, apagones e inundaciones).
Para evitar el racionamiento energético debido al bajo nivel de reservas de las plantas hidroeléctricas después de tres años de sequía, el gobierno anunció ayer que importará electricidad desde Argentina y Uruguay. Las importaciones serán «excepcionales» y «temporales», indicó el Ministerio de Minas y Energía.