(El Mercurio) Un complejo juego de ajedrez están librando los principales accionistas de SQM: Julio Ponce, la canadiense Potash Corp of Saskatchewan (PCS) y los tenedores de ADRs en Estados Unidos. El jaque mate se vislumbra para el próximo 24 de abril, durante la junta de accionistas de la minera no metálica. Ahí se sabrá si los movimientos para sacar a Ponce de la presidencia de la compañía y renovar completamente el directorio tendrán éxito.
La minera no metálica enfrenta una aguda crisis, luego de desatarse la investigación penal llevada por el Ministerio Público y las denuncias contra ejecutivos de la minera por parte del Servicio de Impuestos Internos. Todo ante posibles pagos irregulares hechos a campañas políticas y por fraude tributario.
El polémico caso ha derivado además en la formulación de cargos por parte de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) contra algunos de los directores de la firma, y en Estados Unidos, varios bufetes preparan demandas por el daño ocasionado. Se cree, además, que la Securities and Exchange and Commision (SEC) -el regulador americano- intervendrá.
En este contexto, explica una ex autoridad, «SQM necesita un cambio radical de su directorio y su gobierno corporativo para que se adapte a los nuevos tiempos y pueda enfrentar los riesgos legales y reputacionales».
Pero no es fácil, porque el directorio está quebrado, con tres miembros que renunciaron el pasado 17 de marzo (José María Eyzaguirre, Wayne Brownlee y Alejandro Montero, los elegidos con los votos de PCS), dimisión que forzará una renovación completa de la mesa en la siguiente junta. ¿Se propondrán los mismos nombres que hoy están, o el cambio será total?
En SQM las fuerzas están teóricamente equiparadas. Ponce, a través de Pampa Calichera y Global Mining, posee el 29,94% de la empresa minera, que se suma al 2,09% de la japonesa Kowa, con la que tiene un pacto de actuación conjunta con el cual logra el control de la minera no metálica. PCS tiene el 32% de la empresa a través de Inversiones El Boldo, RAC Chile y PCS Chile Limitada. Los ADRs (American Depositary Receipts, acciones espejo de la serie B de SQM emitidas en Estados Unidos en 1993) poseen el 23,52% de la propiedad. Las AFP tienen en conjunto solo el 4,7%, y otros accionistas minoritarios están desperdigados en casi el 8% de la propiedad.
Hasta ahora los ADR, cuyo custodio es el banco New York Mellon, entregaban a la presidencia de la mesa sus votos. Pero ahora la situación cambió. Dos de los principales inversionistas en ADRs, Sailingstone Capital Partners -el mayor de los inversionistas institucionales, con el 14,9%- y RS Global Natural Resources Fund -el administrador de fondos mutuos más relevante como accionista de SQM, con el 7,3%-, se unieron para buscar un directorio más independiente y sacar a Julio Ponce de la presidencia y de la mesa misma, según informaron a la SEC en Estados Unidos.
Incluso ya han estado buscando candidatos en Chile y en el extranjero, dicen fuentes del mercado financiero. Un ex directivo de las sociedades cascada comenta que representantes de los ADRs han sondeado algunos nombres en el país.
«Tiene que haber un cambio perceptible en el directorio que le dé confianza al mercado, y eso pasa por tener un directorio de clase mundial e independiente, no vinculado con el controlador», señala un abogado que sabe de la búsqueda de los ADR.
¿Cómo harán para sacar a Julio Ponce? Ligia Braun, jefa de Asuntos Externos en América Latina del New York Mellon, explica que tradicionalmente los tenedores de ADRs envían por correo sus votos a la entidad y ésta los remite al directorio de SQM, que los distribuye según como lo indican los propios inversores y que tienen un representante legal que garantiza que en la junta se vote como ellos quieren.
Un gerente de las AFP comenta que tradicionalmente los ADR se han alineado con Ponce. Por eso en la elección de 2013 salió Juan Antonio Guzmán con los votos de estos inversionistas extranjeros, pese a que las AFP habían propuesto a Fernando Cañas, el ex gerente general del Banco de Chile, que se «perdió», debido a que no hubo coordinación con otros accionistas para apoyarlo conjuntamente.
Hay nombres que han sonado en la última semana como directores independientes o de PCS, como el del ex presidente del Banco Central Vittorio Corbo; el ex titular de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) Fernando Coloma, así como el ex presidente de Codelco José Pablo Arellano. Incluso en el mercado se plantea en insistir con Fernando Cañas como director independiente.
Otra condición especial de SQM, además de la gran dispersión de accionistas, es que tiene series de acciones con diferentes derechos políticos. La serie A de SQM saca siete directores y la serie B solo uno, pero con el 50,1% de los votos de sus accionistas de ese tipo de acciones. Como las AFP tienen solo el mencionado 4,7% en esta serie, tienen una opción extremadamente remota por sí solas. Pero sus votos pueden sumar para levantar una nominación independiente.
¿Qué hará Ponce?
La gran duda que ronda en el mercado es qué hará Julio Ponce. Tiene los votos para salir reelegido y nominar a directores funcionales a su interés, pero también sabe que si no juega bien sus piezas, es SQM la que puede verse afectada.
«Julio Ponce tiene que elegir entre tener un directorio de trinchera, con sus incondicionales, o uno independiente y de clase mundial, que le permita a SQM sobrevivir a la crisis que enfrenta», sostiene una ex autoridad de la SVS. ¿Dará un paso al costado? Sus cercanos no comentan esta posibilidad, pero enfatizan que «lo más importante para él es Soqui».
Hoy acompañan a Ponce en la mesa de la minera Hernán Büchi, Patricio Contesse Fica, Juan Antonio Guzmán y Wolf von Appen. Pero, según trascendió, el ex ministro de Hacienda está molesto por los problemas legales de SQM. «A todo el mundo lo afectan», dice un conocido.
En cuanto a Wolf von Appen, el empresario naviero estaría analizando qué hacer, porque considera que la empresa tiene buenas perspectivas y el management desarrolla un trabajo diligente, sostienen cercanos. A Guzmán -dicen conocidos- le complica el daño en su reputación de director profesional y serio que le puede traer el desenlace de la investigación de la Fiscalía y una sanción de la SVS. Ellos podrían renunciar -sostienen abogados cercanos a la compañía.
Patricio Contesse Fica, en cambio, sigue siendo incondicional a Ponce, en parte porque como tiene recursos legales pendientes por el caso Cascadas, necesita de la remuneración de este directorio para solventar esa onerosa batalla judicial. La multa de la SVS en ese proceso fue de US$ 24 millones. Como miembro de la mesa, este directivo recibió en 2014 una compensación de $134,3 millones.
Julio Ponce -que también tiene una multa de US$ 70 millones por el caso Cascadas-, como presidente del directorio de SQM, obtuvo en 2014 $994 millones, mientras que como directivo de SQM Comercial recibió otros $86,4 millones. Su sillón en la minera y en las cascadas lo ha posicionado como uno de los directores mejor pagados de las empresas IPSA. En 2013, cuando estalló el caso Cascadas, el presidente de SQM obtuvo $1.137,3 millones y otros $82,7 millones por SQM Comercial.
Estas remuneraciones están muy por sobre las del resto del directorio de SQM. El año pasado, quienes le siguieron a Ponce en dieta fueron Büchi y Von Appen: cada uno percibió $181,8 millones entre dieta y asignación por comités de directores, según datos de la SEC de Estados Unidos.
¿Qué hará Potash?
«Potash Corp tiene derecho a tres miembros de la junta directiva de SQM», sostuvo Randy Burton, director de Relaciones Públicas y Comunicaciones de la compañía canadiense.
Como ya renunciaron los directores electos con votos de esta empresa -José María Eyzaguirre, Wayne Brownlee y Alejandro Montero- , «la compañía todavía está considerando la posibilidad de reemplazarlos», sostuvo Burton, personero que indica que Potash aún no ha tomado la decisión respecto de quiénes pondrán en el puesto de los que dimitieron.