(Pulso) Partieron con 16 concursos publicados y 2 mil postulaciones en 2004. Hoy en los primeros 9 meses del año ya llevan 367 concursos y más de 52 mil interesados.
Esas dos cifras dan cuenta de la consolidación de la Alta Dirección Pública (ADP) que debe ser la gran reforma de modernización que ha ocurrido en el Estado en los últimos años. A la fecha, tras 15 años de existencia este sistema está disponible para seleccionar 4.825 cargos en 545 organismos estatales. Hoy en día se debe elegir por concurso público 1.169 Jefes de servicios y directores de la administración central del Estado, tanto del I nivel como del II nivel jerárquico -directores regionales y subdirectores del nivel central. A ello se agregan los 294 cargos de jefes de Educación Municipal (Daem), y de 312 directores de escuelas municipales que en 2012 incorporó la Ley de calidad y equidad de la educación.
“Ha habido una señal de la autoridad en torno a permanentemente utilizar la ADP como el mecanismo legítimo y útil para proveer los cargos basados en mérito para los líderes del sector público. A lo cual se suma que hay 198 cargos de 68 organismos no adscritos al sistema, que igualmente lo solicitan para ocupar sus vacantes”, explica el director del Servicio Civil, Alejandro Weber. Cabe señalar que se han incluido a este sistema la selección de directorios de empresas públicas como Codelco, ENAP y al Fondo de Infraestructura.
Desde 2004 se han efectuado 462.939 postulaciones, con un promedio de 118, que totalizan 3.948 concursos. En general, los peak de convocatorias se observan en los segundos años de mandato del gobierno entrante, y es así como en 2011 hubo 440 concursos con una tasa de 105 personas por concurso, y en 2015 se abrieron 445 concursos con 101 interesados en promedio. En ambos años, el total de postulaciones llegaron a 46.008 y 41.875, respectivamente. A 2018 van 52.089 interesados.
Renuncias. El sistema contempla tres tipos de egresos: por renuncia voluntaria, no voluntaria y por término de período. Como era de esperar, en los cambios de mandato las renuncias voluntarias han aumentado llegando al 25,4% del total en 2010; a 48,9% en 2014 y a 24,3% en 2018. Cabe recordar que en 2016 se realizó una de las modificaciones más relevantes a la Ley, que eliminó la figura del directivo Provisional y Transitorio, lo que impide que los nuevos gobiernos -que partió con Sebastián Piñera- designen a una persona de su confianza en una jefatura, ya que hoy si se solicita la renuncia debe ser reemplazado por el sucesor administrativo. Weber recuerda que anteriormente cuando se realizaban los concursos, un 36% de los Provisional y Voluntario participaba y casi un 80% de ellos quedaba en el cargo. “Era como una carrera corrida”, admite.
Bajando costos y perfiles. En los primeros años del sistema los concursos se extendían por más de 100 días, hasta ir descendiendo a una media de 60 días en los últimos 3 años.
Ello ha ido aparejado de los costos, ya que en 2013 un concurso costaba en promedio $27,8 millones, bajó a $22,4 millones entre 2014 y 2017, y en lo que va de este año el costo promedio ha sido de $17,4 millones, para los concursos de I nivel, porque para los de II nivel los recursos en promedio entre 2013 y 2018 han sido de $9,8 millones.
El menor costo no ha sido el único tema que los directores de ADP han impulsado ya que igual han buscado ampliar el número de mujeres y gente joven para que formen parte del sector público.
Las cifras son elocuentes: si bien en promedio un 30% del total de nombramientos en los 15 años han correspondido a postulantes mujeres, hay períodos en que esa selección se ha intensificado como fue entre los años 2006 y 2009 cuando llegaron al 33%, mostrando luego un peak en 2015 con un 38% de las postulaciones. “Estamos tres veces mejor que el sector privado porque en ese ámbito llegan a 12% en las posiciones de liderazgo. Queremos seguir avanzando en ello”, acota Weber.
Un cambio de tendencia también se ha observado en la cantidad de directivos nombrados con menos de 40 años: la media en los 15 años de ADP llega a un 15%, no obstante hasta 2013 el promedio era de 33%, y desde ese año empezó a reducirse hasta bajar a sólo 9% de los nominados en 2016. Durante este año, al tercer trimestre el 19% de los designados pertenece a ese grupo etario.
Donde sí se ha visto un paulatino avance ha sido en las personas con postgrado que asumen los altos cargos en el sector público, los que han pasado de un 7% en 2004 a un 63% en 2017. También se han incrementado los nuevos jefes provenientes del sector privado a partir de 2010, cuando se reflejó un tremendo salto de un 19% a un 47% de los seleccionados. En 2017 correspondieron al 25%, y a la fecha ya representan la mitad de los ganadores.
El director comenta que por ahora, el Consejo de ADP está evaluando cómo se han configurado los cambios a la legislación, pero que en general están satisfechos con el camino recorrido.
“Hemos visto en los últimos años que la permanencia ha ido aumentado. En 2008 todas las personas que salieron estuvieron en promedio 1,6 años, lo que en 2015 subió a 2,96 años, para remontar a 3,5 años en 2017. El que hoy estemos en 3 años de permanencia es un reflejo del desempeño exitoso de los directivos públicos y de las decisiones de la autoridad para consolidar el sistema”, apunta.