«Barrick se destaca a nivel mundial por su preocupación por el medio ambiente y el desarrollo y crecimiento económico y social de las comunidades cercanas a sus proyectos».
Ésta es una de las tantas frases utilizadas por la canadiense Barrick Gold, en su agresiva campaña comunicacional para enfrentar así la «ola de desinformación» que, dicen, ha habido en torno al proyecto binacional que están construyendo en la III Región: Pascua Lama.
Pascua Lama es un proyecto binacional entre Chile y Argentina de la empresa canadiense Barrick Gold.
En su primera etapa de construcción contempla inversiones por US$ 1.500 millones y, de acuerdo con el mapa original de la empresa, debiera comenzar su construcción en 2006.
A pesar de tener a gran parte de los agricultores de la zona, a parlamentarios y a múltiples organizaciones ambientalistas en su contra, en la empresa aún esperan comenzar con la construcción de su polémico proyecto Pascua Lama a fines de este año o comienzos del próximo. Idealmente los meses de verano.
Pero literalmente hay un iceberg que se les cruzará en el camino. Y, tal como al Titanic, puede hacer que el proyecto no salga a flote este año.
Las complejas normas ambientales, el fuerte «ruido» que han hecho los agricultores de la zona y las organizaciones ecologistas y los múltiples detalles de la naturaleza del Valle del Huasco, le estarían jugando una mala pasada. Más aún en un año de elecciones. «El Gobierno no va a querer un Celulosa Arauco 2», asegura una fuente.
Es por eso que ahora los ojos de la minera y del Gobierno están en la decisión que tome la Corema al respecto. Esta entidad deberá decidir si acepta o no la ampliación del estudio de impacto ambiental realizado por Barrick.
Si bien la empresa podría iniciar de todas formas la construcción de Pascua Lama, ya que el estudio original fue aprobado en 2001, fuentes cercanas a la minera explican que esta situación perjudicaría a Barrick de forma importante en términos de imagen. Y es eso precisamente lo que quieren evitar a toda costa.
Luego que la canadiense lograra aprobar en 2001 el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), las cosas parecían ir «viento en popa». Pero la suspensión del proyecto y su reactivación el año pasado frenaron su buena racha. Y principalmente porque, tal como reconoce el representante de los agricultores de la zona, Mauricio Perelló, el tema del traslado de los glaciares sólo fue analizado en profundidad por ellos cuando se presentó el segundo EIA.
POLÉMICA
PASCUA LAMA es un proyecto minero binacional, entre Chile y Argentina, cuya propietaria es la empresa canadiense Barrick Gold.
Fuente/El Mercurio