(La Tercera) Alejandro Alarcón
Asegurando que este año la meta fiscal “no se va a alcanzar”, el economista de la U. de Chile dice que para que ello sí ocurra en 2017 y 2018 “los presupuestos deberán tener un saldo nulo, es decir, los ingresos y los gastos del período tendrán que ser iguales, de lo contrario no se va a alcanzar el balance estructural cercano al -1% del PIB”. Destaca que en un contexto de Producto tendencial a la baja y menor precio del cobre, el gobierno debiese hacer un esfuerzo adicional en reducir el gasto corriente, “que básicamente es el personal de sector público y las remuneraciones”.
Antonio Moncado
“Este año la meta no se cumple y para el próximo, tendríamos que tener un techo de crecimiento del gasto público de 3% para acercarnos”, sostiene el economista de BCI Estudios. Para que Hacienda logre su compromiso recomienda que “dado que tenemos un precio del cobre menor y un crecimiento tendencial menor, sin duda la única forma de acercarse a ese compromiso es teniendo un presupuesto fiscal más contraído”. Agrega que “la menor cotización que tiene hoy el mineral es un fenómeno que nos va acompañar por un buen tiempo, y condiciona sin duda la obtención de mayores ingresos fiscales”.
Cecilia Cifuentes
Algo más optimista es la economista de la UC, si bien puntualiza que en ello influirán los cambios metodológicos dispuestos a inicios de 2016, que implican “que cada año se va a corregir el déficit del ejercicio anterior con los nuevos parámetros estructurales”. Dice que “cuando se actualicen los datos de 2016 con los parámetros del 2017, en vez de tener un déficit de 1,6% este año, habrá una cifra mayor. Se puede ir reduciendo el 0,25%, pero con las estimaciones corregidas”, agrega. Más allá de eso, apunta que considerando las proyecciones para el PIB, el gasto debiese tener un techo de entre 2,5% y 3%.
Nathan Pincheira
El economista de BanChile Inversiones subraya de entrada que “en 2016 no se cumpliría la reducción de 0,25%, pero sí una reducción de 0,2%”. Para los próximos años ve posible seguir una convergencia, pero supeditada a presupuestos acotados. “Si se quiere ir en la línea de ir recortando el déficit estructural, el espacio para gasto, particularmente para 2017, va a estar muy contenido y difícilmente debiese superar un alza de 2%”. Añade que “no hay otra manera” de lograr esa meta, ya que es “muy poco probable” esperar una ayuda por el lado del PIB potencial o el precio del cobre.
Cristóbal Gamboni
Desde BBVA Research plantean que ven el compromiso “factible, pero no sin costos”. Para lograrlo, dice Gamboni, “el gasto del próximo año debiese estar en torno al 3%, que es una cifra bastante acotada, sobre todo para la elaboración de un presupuesto”. Aunque ve un PIB tendencial bajando de 3,6% a una cifra cercana a 3% y el cobre también por debajo de los actuales US$ 2,57 la libra, el economista destaca, no obstante, que “el gobierno pudo haber subestimado algunos ingresos, como los de la minería privada y otros ingresos”, lo que podría ayudar a cumplir la meta de déficit.
Pablo Correa
“Cumplir no es un tema de factibilidad económica, sino que es una decisión política”, afirma el académico de la UDD. Dicho eso, señala que “el ministro Rodrigo Valdés no puede darse el lujo de volver a modificar la meta que él mismo se planteó hace un año”. Correa apunta que para ello, “el presupuesto debiese ser austero y dar la señal de que pese al ciclo, existe un compromiso de mantener las cuentas fiscales ordenadas”. Advierte que lo contrario “sería sumamente perjudicial, tanto del punto de vista interno como del riesgo país o de la clasificación soberana externa”.