(Pulso) La venta de Pampa Calichera y el control de SQM entró en la recta final. Tres directores en una mesa compuesta de ocho miembros más un pacto de accionistas con Julio Ponce -que incluiría un cuarto integrante- forman parte de la estructura de venta, la cual tras la apertura de las ofertas realizada ayer podría rondar los US$2.000 millones.
Itaú BBA, banco de inversión contratado por Oro Blanco para llevar adelante el proceso, abrió ayer los sobres con las ofertas por la propiedad de Calichera, sociedad que en acciones preferentes logra un 37,59%.
La compleja estructura de control de la minera no metálica obligó a Ponce a estructurar una singular forma de venta. La serie A elige a 7 de los 8 directores, pero los estatutos de la compañía limitan los votos de dichas acciones a un 37,5%, lo que en la práctica impide que el 50,32% títulos preferentes en manos de Ponce voten. Por ello, el emblemático empresario ideó la venta de Calichera y la suscripción de un pacto de accionistas por parte de Potasios, sociedad cuyo 12,37% de acciones serie A le da derecho a un cupo en el directorio. Así, quien compre Calichera asegura al menos la mitad de la mesa.
Sin embargo, la venta, tal como está, no deja satisfechos a todos. Al interior de los directorios de las sociedades cascada aún están a la espera de recibir información, pues habían solicitado un informe que explique las razones económicas de la estructuración de la venta del control, es decir, por qué no se incluyó Potasios en la transacción. Sin embargo, el estudio aún no ha llegado.
Durante las pasadas juntas de accionistas, y ante las preguntas de los minoritarios, el mismo presidente de la compañía, Rafael Guilisasti, señaló que “la decisión de por qué vender en Pampa tiene que ver estrictamente porque nosotros vemos que hay una maximización del valor”. Eso sí, agregó que los directores de Norte Grande han estado invitados a los directorios de Oro Blanco que contratarían de aquí a un mes una asesoría económica “para medir las distintas alternativas y poder entregar a los accionistas las distintas valoraciones”.
Lo que sí está claro es que está semana es clave. Fuentes cercanas al proceso señalan que tras la apertura de las ofertas, Itaú BBA realizará una análisis de éstas para luego hacerlas llegar a los directorios de las sociedades cascada, algo que debiera ocurrir dentro de esta semana.
Mientras vende Calichera, en Potasios Ponce mantiene un férreo control. La sociedad derivada de Nitratos forma parte de la cascada en la que Rafael Guilisasti no entró como director ni presidente. De hecho, Potasios -que fue invitada a participar del proceso en su calidad de accionista de Calichera, pero aún no se ha pronunciado- es presidida por Patricio Phillips, cercano al empresario. El directorio está compuesto por el hijo del ex gerente general de SQM, Patricio Contesse Fica, y sus hijos Francisca y Julio Ponce Pinochet.
A principios de año cerca de nueve compañías habían llegado hasta las oficinas de Itaú Argentina para firmar el contrato de confidencialidad que les permite ser parte del proceso y acceder a información clave de la sociedad. Entre ellas, compañías de origen chino, japonés, israelí y norteamericanas. Sin embargo, las compañías chinas habrían sido las que más habrían avanzado en el proceso.
Ayer la acción SQM-B -la más líquida- cayó 0,03%, mientras que Oro Blanco perdió 2,88%, Potasios-A bajó 2,5% y Norte Grande retrocedió 2,14%. Sólo Nitratos subió, un 1,74%.