(EFE) Un grupo de mineros se encerró en dos pozos en España, uno de ellos a 500 metros de profundidad, para exigir el pago de los salarios que les adeudan sus empresas y protestar por la situación que atraviesa el sector.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que su Ejecutivo trabaja para tratar de solucionar el conflicto de la minería, que se produce en pleno debate sobre el respaldo de la Unión Europea (UE) a las ayudas al sector minero en España.
Cincuenta y dos mineros de la Unión Minera del Norte (Unimsa) se encerraron, de forma indefinida, en el único pozo que mantiene abierto esta empresa en la provincia española de Palencia (norte), a 500 metros de profundidad.
Otros catorce mineros se encerraron en el Pozo Casares, que la empresa Alto Bierzo tiene en la localidad de Tremor de Arriba, en la provincia española de León (norte) y anunciaron que no abandonarán el lugar hasta que no cobren los dos meses de salario que les adeuda el Grupo Viloria, para el que trabajan.
Las condiciones de humedad, de alrededor del 80 por ciento, y la temperatura de 16 grados, están agravando los problemas físicos de estos trabajadores y creándoles otros, explicó el líder sindical Carlos Mesa, que pasó unas horas acompañando a los 52 mineros encerrados en el Pozo Las Cuevas de Velilla del Río Carrión.
De hecho, algunos han tenido que salir para ir al médico y después volver a la mina, con contracturas, pinzamientos, problemas lumbares por dormir en el suelo y catarros y resfriados generalizados por las bajas temperaturas y la humedad.
En general, según Mesa, están «muy cansados» porque la sensación ambiental es «penosa», pero se mantienen «firmes» en la decisión de no salir de la mina hasta que se solucione el futuro del sector y les paguen las nóminas de julio y de agosto.
También para protestar por la situación laboral en el sector, los mineros han llevado a cabo cortes de carretera y manifestaciones.
Fuente / EFE