La inesperada jugada en las Cascadas que irritó al Gobierno y descolocó al empresariado

Sep 21, 2015

El nombramiento de un presidente independiente busca dar garantías a minoritarios, al regulador y a los bancos. Pero en la Corfo, que el nominado sea Guilisasti, cayó como balde de agua fría.

(El Mercurio)Julio César Ponce Lerou, ex presidente de SQM y de sus sociedades controladoras «aguas arriba» Pampa Calichera, Oro Blanco y Norte Grande, dice a sus cercanos que está «cesante» y que no tiene «ninguna relación con SQM ni sus Cascadas». Pero su mano se dejó sentir en los últimos días en una jugada que descolocó por igual al Gobierno y al empresariado y molestó profundamente a la Corfo, su contraparte en un millonario juicio arbitral en que se juega buena parte de los ingresos de su principal negocio, SQM.
El 8 de septiembre, a las 11 horas, varios hechos esenciales dieron cuenta de la renuncia de Ponce a la presidencia de sus tres «Cascadas»: Pampa Calichera, Oro Blanco y Norte Grande. Llevaba 13 años en ese cargo. Al día siguiente, estas sociedades comunican distintas operaciones que en su conjunto mejoran su situación financiera. Dichas transacciones se venían gestando desde varios meses y culminaron cuando Julio Ponce dimitió como presidente de sus firmas de inversión.
Cuatro días después, a las 11 de la mañana del lunes 14 de septiembre, Corfo comunicó la renuncia de Rafael Guilisasti a su condición de consejero de la entidad. El ex presidente de la CPC, parte de la familia controladora de Concha y Toro, miembro del Comité de Productividad del Gobierno, se limitó a señalar a la jentidad estatal que iba a asumir un cargo incompatible con sus responsabilidades en Corfo. Seis horas más tarde, detona el misil: las tres Cascadas anunciaban a Guilisasti como su nuevo presidente. La Moneda, el gabinete económico y Corfo quedaron estupefactos y molestos. Algunos miembros del sector empresarial, también.
Razones hay muchas. Parte del empresariado siente que con este nombramiento pierde a uno de sus históricos y más efectivos dirigentes gremiales. Y es que sus redes transversales, su liderazgo en el sector privado y su ascendiente en La Moneda -hoy destruido, según dicen en palacio-, son valorados por las distintas sensibilidades del empresariado.
Las razones para nombrar a Guilisasti
El caso Cascadas fue el punto inicial de una serie de conflictos que han tenido a SQM y a Julio Ponce en el ojo de huracán. Los máximos ejecutivos de este grupo empresarial y de la corredora LarrainVial fueron multados en 2014 con las sanciones más altas en la historia: US$ 164 millones, por construir un «esquema» de transacciones entre las distintas empresas que perjudicaron a los accionistas minoritarios, entre ellos a las AFP.
En los últimos meses se desencadenó una investigación penal por el presunto financiamiento ilegal a diversas campañas políticas, incluidas figuras de la Nueva Mayoría, cuyas esquirlas llegaron a la minera no metálica que afrontaba también la baja del ciclo de los commodities .
A ello se suma que se agudizó el conflicto que mantiene la filial de la minera no metálica SQM Salar con Corfo por el contrato de explotación del Salar de Atacama. Hoy, la entidad estatal busca terminar con ese contrato.
Con un precio de la acción de SQM más bajo, era necesario pedir más préstamos, pero la banca se mostraba renuente por los distintos flancos abiertos (ver recuadro). Y, como si no tuviera suficientes problemas, se añadió otro factor que aumentó el nerviosismo de los bancos: el Servicio de Impuestos Internos ordenó a las Cascadas pagar US$ 113 millones en impuestos que debían por rentas no tributadas en las operaciones sancionadas por la SVS.
De acuerdo con información de mercado, era muy difícil lograr que la reestructuración de las deudas de las Cascadas con la banca fuera exitosa si Julio Ponce se mantenía como presidente del directorio de Pampa Calichera, Oro Blanco y Norte Grande. En este contexto surgió el nombre de Rafael Guilisasti.
El ex presidente de la CPC no conoce personalmente ni a Julio Ponce ni a su hermano Luis Eugenio, quien lo llamó hace dos semanas para preguntarle por su disposición para este cargo. Luego de un período de reflexión, aceptó, dejando en claro que su «trayectoria no es para ser palo blanco de nadie», y que la meta es lograr que SQM solo dé noticias en el ámbito de los negocios.
Guilisasti tiene lazos con Enrique Correa, histórico asesor del controlador de SQM y de esta empresa, desde sus años en el MAPU. El presidente de Emiliana tiene también vínculos con el grupo Saieh, cuyo brazo financiero -CorpBanca- otorgó los créditos a las Cascadas. Es más, Guilisasti es director del banco ligado al grupo Saieh, Corpbanca. Y de hecho, en su primera entrevista a Pulso señaló que resta aún una negociación con otros bancos.
«Tiene un gran prestigio empresarial que no arriesgará en operaciones incompatibles con los intereses sociales. Además, tiene una gran cercanía con la Concertación y por ende con el Gobierno, lo que permitirá aplacar -en parte-, la ofensiva gubernamental contra Ponce», dice un conocedor de las operaciones.
Para un abogado conocedor del proceso, la llegada de Guilisasti a la presidencia de las Cascadas «fue una elegante rendición de Ponce, cuyo prestigio y capital político-empresarial es igual a cero».
El ex superintendente de Valores y Seguros Alejandro Ferreiro agrega: «Solo me explico el nombramiento de Rafael Guilisasti en las Cascadas en la medida en que se avecinan cambios radicales que puedan, incluso, concluir con el término de la estructura de Cascadas». A su juicio, esa estructura solo se explica para maximizar los derechos políticos, y, por ende, el control de Julio Ponce en SQM. «Cuando ese control de facto se pierde en el contexto de un directorio de SQM que ya no responde a Julio Ponce, la existencia de las Cascadas pierde sentido», sostiene.
Corfo: salto desde una vereda a otra es malo para confianzas
Pero el éxito de la gestión de Rafael Guilisasti no está asegurado. Varios actores del mundo empresarial han cuestionado su decisión y en el propio Gobierno analizan las implicancias legales de lo que para ellos es un cambio de camiseta. Guilisasti era parte del Consejo de Corfo desde 2011, nombrado directamente por el Presidente de la República.
La decisión del ex timonel de la CPC molestó sobremanera a Corfo -cuyo consejo lo integran cinco ministros de Estado, de Hacienda, Relaciones Exteriores, Economía, Agricultura y Desarrollo Social-, entidad que enfrenta a SQM en un juicio arbitral por la explotación de pertenencias en el Salar de Atacama.
Este no es un contrato banal: en SQM han señalado que el 39% de sus ingresos totales depende de la explotación del salar, aunque en la Corfo estiman que ese porcentaje ascendería a una porción de entre 60% y 75% de los ingresos.

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