(El Mercurio) El boom del precio del cobre ha provocado un auge que no sólo ha beneficiado a las empresas mineras. Una de las industrias ganadoras con este escenario ha sido la de explosivos -principalmente los productores de nitrato de amonio, el insumo fundamental de los cartuchos de dinamita-, que es vital para la realización de estas faenas.
Según cifras de las empresas del sector, la demanda ha crecido a una tasa promedio de 7% por año durante la última década, respondiendo al alza en la producción minera tanto doméstica como extranjera.
En 2010, la industria registró ventas por sobre los US$ 550 millones.
Juan Andrés Errázuriz, gerente general de Enaex -el mayor productor de explosivos del país, con especialidad en la fragmentación de rocas- cuenta que la empresa obtuvo US$ 400 millones por ingresos de explotación en 2010. En 2005, la firma percibía ingresos por US$ 218 millones -con el dólar a precio de diciembre de ese año- lo que reafirma el buen momento vivido por la industria en los últimos años.
Pero el crecimiento del sector también ha llegado a compañías de menor tamaño.
«En la mediana y pequeña minería, nuestra participación ha crecido sostenidamente, y ya tenemos más del 50% de este mercado», señala Cristián Anguita, gerente comercial de Explonor, industria productora de la Región de Tarapacá.
Se estima que el 97% del consumo de explosivos proviene de la minería, mientras que el 3% restante de obras civiles, como túneles para centrales hidroeléctricas o vialidad. «A medida que la minería se expande, crece el sector de explosivos. Sin embargo, los costos de producción también se han elevado», indican desde Explonor.
Largo plazo
Si bien la gran demanda internacional en minería, en especial de cobre, podría explicar la creciente tasa de consumo, las grandes empresas productoras de explosivos coinciden en que el actual boom no sería determinante a la hora de mirar los ingresos anuales.
Aseguran que, en el caso del cobre, la demanda no es estacional, sino que se trata de algo estructural que se mantendrá durante las próximas décadas. «(Hay) un aumento en la demanda, pero ésta venía incluso desde antes del boom de precios. Los grandes proyectos de minería son de largo plazo, de al menos 15 años», explica Errázuriz.
En los últimos tres o cuatro meses, según comentan en Orica Mining, empresa enfocada en la gran minería, se ha visto un notorio incremento en el uso de explosivos. «Creemos que es una expansión que va a mantenerse, en especial por el crecimiento de los BRIC», señala Héctor Hugo Miranda, vicepresidente de Orica para la región.
Proyectos
Los buenos resultados en la minería han llevado a la industria de explosivos a aumentar su capacidad de producción y expandirse al extranjero. Enaex, junto a aumentar su capacidad de 450 mil a 800 mil toneladas gracias a la ampliación de su planta en Mejillones, está desarrollando un proyecto de fabricación de nitrato de amonio en Perú, con el grupo Brescia, convirtiéndose en el primer complejo petroquímico mundial.
Por su parte, Orica Mining seguirá invirtiendo en investigación y desarrollo en toda la región, además de invertir en camiones, molinos y cargadores frontales tanto en Chile como en Colombia y Perú, países en donde tiene gran presencia.
Fuente / El Mercurio