(El Mercuio)El Gobierno anunció que durante la próxima semana podría firmarse un decreto de racionamiento que reforzará la implementación de una serie de medidas para mitigar la inestabilidad en el suministro de energía de Iquique y Arica. Esto, tras los cortes de energía que comenzaron a producirse el miércoles pasado, luego de producirse la falla de la central Celta, de Endesa, en el Sistema Interconectado Central del Norte Grande, que va desde Parinacota hasta Antofagasta.
El ministro de Energía, Rodrigo Álvarez, manifestó que probablemente a principios de la próxima semana podría firmarse el referido decreto, previo a un informe de la Comisión Nacional de Energía (CNE), pero que en el intertanto el Centro de Despacho Económico de Carga del SING (CDEC-SING) -que es el organismo encargado de monitorear y mantener la estabilidad en el sistema de acuerdo con la oferta y demanda por energía- se está coordinando con distintos actores e implementando un paquete de cinco medidas (ver recuadro).
Problema estructural
Pero la falla de la generadora, que sólo tiene una capacidad de 180 MW, indican en la industria eléctrica, es sólo un hecho puntual que vino a revelar el déficit estructural que en materia de transmisión eléctrica existe en el sistema nortino. Explican que en el SING existe una gran capacidad de generación excedentaria en la Segunda Región, pero agregan que la infraestructura de transmisión no es suficiente para trasladar esos excedentes de energía hacia Iquique y Arica, que son zonas deficitarias en materia de producción energética. De esta manera, precisan que si bien un eventual decreto va a permitir manejar con mayor flexibilidad la inestabilidad del suministro de electricidad a esas ciudades, la solución pasa por desarrollar nuevas inversiones que permitan conducir la energía del sur al norte del SING.
En central Celta, de hecho, aseguran que la situación de inestabilidad del suministro eléctrico de las ciudades de Arica e Iquique va más allá de la falla sufrida en sus instalaciones el pasado miércoles. «Desde mediados de este año, la autoridad detectó problemas en las líneas de transmisión (tres líneas) que abastecen a ambas ciudades, razón por la que la operación de Celta es crítica para el abastecimiento de la zona», indican. La empresa agrega que esta unidad ha sido y es parte de la solución del problema de transmisión que vive el norte del SING y que por esta razón «a solicitud de la autoridad, se aceptó retrasar el mantenimiento de la central, programado en un principio para septiembre de este año. Lo anterior, porque la fragilidad en las líneas de transmisión no permite abastecer la totalidad de la demanda de Arica e Iquique desde el sur en el SING. La restricción al consumo eléctrico en el peor de los momentos alcanzó el 30%». La firma añade que el día de la falla se presentaron varias contingencias: alza de temperaturas, lo que reduce aún más la capacidad de transmisión de las líneas e indisponibilidad de motores diésel.
La compañía, además, señala que la central entrará en operación en un plazo de ocho días, e indica que si bien lo anterior permitirá volver a la normalidad su operación, «hasta que no se ponga en operación una nueva línea de transmisión (en junio de 2012 por parte de una empresa minera), la situación seguirá siendo inestable si nuevamente se presenta una contingencia en Celta».
No obstante, Transelec -la dueña de las líneas de transmisión- asegura que sus instalaciones están funcionado de forma normal y operando a un 100% de su capacidad. A su vez, la firma descarta que los apagones se hayan generado por una falla en las líneas.
Impacto en la actividad
A nivel local, en Iquique, distintos empresarios están alarmados por la situación. El presidente de la Cámara de Comercio de Iquique, Rafael Montes, dijo que «los cortes son sorpresivos y denotan una falta de planificación que preocupa. En el caso del comercio, hay daño económico, puesto que todos los negocios usan sistemas computacionales para registrar las ventas y sistemas de energía para la mantención de alimentos o las salas de exhibición; por lo tanto, no pueden llegar y cortar sin avisar».
En tanto, el presidente de la Asociación de Usuarios de Zofri A.G., Felipe Illanes Petersen, señala que todavía «no tenemos claro el tema de los cortes y su periodicidad, aunque lo más inquietante son las oscilaciones de voltaje, especialmente en el barrio industrial».
3.698 MW
era la capacidad instalada del SING al cierre de 2010, mientras que la demanda eléctrica sólo alcanzaba a unos 1.900 MW.
Fuente /El Mercurio