(El Mercurio) La disidencia del sindicato N° 1 de Minera Escondida fracasó en su intento de establecer una agrupación de trabajadores paralela al interior de la compañía. Esto, ya que no alcanzó el mínimo de inscritos que exige la ley.
Un grupo de trabajadores descontentos con la gestión del sindicato único de operarios levantó la idea de establecer otra organización, la que plantearía la opción a la administración de la minera -operada por BHP- de negociar anticipadamente un contrato colectivo. Esto, teniendo como antecedente que hace un año no hubo acuerdo entre la empresa y los trabajadores, pese a una extensa huelga de 44 días.
Para constituir la nueva organización requerían al menos que el 10% de los trabajadores se inscribiera, es decir, 250. Pero este objetivo no se consiguió ayer, último día de plazo para votar. «Faltó muy poco, sin embargo, debemos reconocer que esta iniciativa finalmente no se materializó», señaló a través de un comunicado interno el comité electoral del grupo que buscaba crear el nuevo referente. Y agregó: «Este grupo de trabajadores está y estará abierto a cualquier otra alternativa futura que nos permita cambiar el esquema de administración impuesto por la actual directiva y su asesor, y que basa su actuar solo en la fuerza y la arrogancia».
Apuntaron a que el proceso, si bien no se concretó, servirá para que el actual sindicato cambie «el rumbo y la estrategia hasta ahora empleada, puesto que se trata de una opción trasnochada y que nunca ha resultado en ganancias».