FMI recorta estimación de crecimiento para Chile, pero lo ubica entre líderes regionales

Jul 17, 2015

La entidad con sede en Washington estima que la actividad nacional crecerá 2,5% este año y 3,1% en 2016, siendo en ese período uno de los tres mercados latinoamericanos más expansivos.

(El Mercurio) Las últimas estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) confirman que el crecimiento de la región en 2015 disminuirá por quinto año consecutivo. Esta señal se entrega luego de que la entidad con sede en Washington redujo sus estimaciones de expansión del Producto Interno Bruto (PIB) para las principales economías de América Latina, incluido Chile.

Las razones de este deterioro en las perspectivas, según el análisis de Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo, radican principalmente en la baja inversión, el deterioro de la confianza en América Latina y la continua desaceleración de China, que provoca una presión a la baja en las cotizaciones de las materias primas.

Para el caso de Chile, el FMI rebajó las perspectivas para 2015 desde 2,7% a 2,5%. En enero, el organismo había recortado su estimación desde 3,3% a 2,8% y en abril, desde 2,8% a 2,7%. Respecto al próximo año, la institución espera que el PIB local se expanda 3,1%, lo que se compara con la proyección de 3,3% de hace tres meses.

Pese a esta reducción, Chile estará este y el próximo año entre las tres principales economías de la región con mayor crecimiento, siendo superado solamente por Perú y Colombia.

«Revisamos el crecimiento (de Chile) a la baja a 2,5% para este año, por una desaceleración reflejada en la debilidad vista en los últimos datos de la economía chilena. La recuperación respecto del año anterior viene de la mano de un impulso fiscal importante y de alguna recuperación de las exportaciones no tradicionales al inicio del año», dijo Werner en una conferencia.

Sin embargo, el economista agrega que «en los últimos meses hemos visto una ligera desaceleración que nos ha llevado a ajustar estas estimaciones. Obviamente, una parte importante de la desaceleración responde a factores externos y, obviamente, ha habido también, dada la amplia agenda de reformas que se están discutiendo en Chile, un incremento en la incertidumbre que también ha afectado las decisiones de inversión en esa economía».

Sobre el panorama regional, el experto pronosticó que «América Latina encara años de bajo crecimiento por delante». En ese sentido, el organismo internacional proyectó que el PIB latinoamericano crezca en 0,5% este año y 1,7% el próximo.

«El principal riesgo es una ralentización mayor de China, además de los posibles efectos del inicio de la normalización monetaria de EE.UU. y el contexto interno de baja confianza, algo que puede seguir pesando sobre la recuperación del consumo y la inversión», indicó Alejandro Werner.

Argentina sorprende

La única de las principales economías de la región que vio un incremento en sus estimaciones de crecimiento fue Argentina. El FMI subió sus pronósticos desde el -0,3 % de abril al actual 0,1%. En ese sentido, Werner señaló que la situación del país trasandino sigue siendo «muy delicada» en la balanza de pagos y con niveles de inversión privada «muy débiles».

Con respecto a Brasil, el Fondo sostuvo que «los datos preliminares para el segundo trimestre apuntan a un mayor deterioro del entorno económico, incluido el mercado de trabajo, aun cuando la inflación se mantiene en un nivel inquietantemente elevado».

Valdés: «Hay que buscar acuerdos y bajar la ansiedad que producen los cambios»

El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, expuso ayer ante la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados respecto de la desaceleración de la economía. «Es importantísimo fortalecer la política, la agenda de probidad y transparencia, tratar de limitar, contener el lenguaje, buscar acuerdos, tener más diálogo y bajar la ansiedad que producen los cambios. Eso es parte clave también de la reactivación», afirmó.

Señaló que es necesario atacar los distintos tipos de incertidumbre que se han ido abriendo. «Hay que finalizar efectos colaterales que pueda tener cualquier discusión. Aquí es sin renuncia, el largo plazo es muy claro, pero tenemos que hacer de una manera que no tenga efectos colaterales que sean costosos», recalcó.

La autoridad dijo que la desaceleración tiene razones múltiples y que no hay una receta única y fácil para la recuperación. Agregó que en parte se debe al escenario externo, parte al interno y también a la macroeconomía de corto y mediano plazo. «No existe una bala de plata para salir de esto de un día para otro, pero tenemos una economía sana, no tenemos una economía que esté con tensiones que sean particularmente complejas, como les pasa a otras economías. Quizás lo único que sí es nuevo es que el espacio fiscal que tenemos es mucho menor del que se pensaba», admitió.

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