No basta pedir confianza

Jul 7, 2015

Ahora más que nunca se hace necesario marcar un antes y un después en los procesos de relacionamiento comunitario, implementando mecanismos donde primen los derechos humanos y que permitan alcanzar altos niveles de democracia y participación en la gobernanza ambiental.

Chile está enfermo de desconfianza. Tanto es así que en vez de estar debatiendo los contenidos de la anunciada reforma constitucional, estamos empantanados en definir el procedimiento para hacerlo, ya que la gran mayoría no confía en la capacidad de los legisladores de abandonar sus intereses personales en pos del Bien Común.

En este contexto, desde Casa de la Paz constatamos que las grandilocuentes declaraciones en torno a un “cero impacto” de los proyectos de inversión requieren ser reemplazadas por mecanismos más efectivos, mediante los cuales la comunidad tenga la garantía de que los potenciales impactos a enfrentar sean debidamente gestionados.

Esta crisis generalizada de confianza nos muestra, una vez más, cómo inversiones millonarias, acceso a fondos  y proyectos sociales  ya no son suficientes para conseguir la  “licencia social” para operar.

Ahora más que nunca se hace necesario marcar un antes y un después en los procesos de relacionamiento comunitario, implementando mecanismos donde primen los derechos humanos y que permitan alcanzar altos niveles de democracia y participación en la gobernanza ambiental.

En la medida que las comunidades son debidamente informadas, participan en la toma de decisiones y en los procesos de planificación de los territorios que habitan, se va construyendo una interpretación común de la situación de los ecosistemas; un paso que además permite conformar un sustrato de confianza sobre el que fructifican los esfuerzos para la buena convivencia.

Para lograrlo, es fundamental el compromiso de cada uno de los actores en la implementación y revisión de los acuerdos, la flexibilidad para acoger las necesidades y derechos de cada uno, sumado a la capacidad de abordar -de manera conjunta- los futuros desafíos. La comunicación consistente, fluida y eficaz, junto con el diálogo continuo y de buena fe, serán entonces elementos fundamentales del proceso.

Confiamos que esta crisis pueda representar una oportunidad para dar inicio a una ruta de acercamiento entre empresas, comunidades e instituciones públicas, que permita superar el escepticismo y avanzar en conjunto hacia una visión de desarrollo compartida.

Ximena Abogabir, secretaria del Directorio de Fundación Casa de la Paz.

Secretaria del Directorio de Fundación Casa de la Paz.

REVISTA DIGITAL

Temas relacionados

    Suscríbase al Newsletter Minería Chilena

    * indicates required