Termina el Mes de la Minería 2023 y quisiéramos reflexionar sobre ciertos hitos que están dando paso a una industria más robusta e inclusiva. El aumento de la participación femenina en la minería es una tendencia que está se está consolidando, como un verdadero cambio de paradigma que impulsa las oportunidades para un segmento que antes estaba totalmente marginado de la industria.
La participación femenina se sitúa en 17,4% para el total de la gran minería, cifra que baja a un 15,2%, si consideramos también la actividad proveedora, de acuerdo con el Monitoreo de Indicadores de Género, de marzo 2023, desarrollado por la Alianza CCM-Eleva. Esto es una tremenda noticia para el país, ya que estamos acercándonos a cumplir los objetivos de la Política Nacional Minera 2050 (PNM 2050), la cual, como primer hito busca alcanzar una participación femenina en la industria de al menos 20% a 2030 y del 35% a 2050.
Desde comienzos de la pasada década hemos visto avances importantes en equidad de género, que responde a ambiciosos planes impulsados por las compañías mineras. Por ejemplo, Anglo American ha logrado pasar de un 9% de participación femenina total en 2019 a un 15% en 2022. También, Antofagasta Minerals (AMSA) pasó de un 8,6% de mujeres que tenía hace cinco años a un 21% en 2023.
En línea con los objetivos, recientemente Escondida y Spence, ambas operaciones de BHP, compartieron el primer lugar de la categoría Gestión Sustentable en los premios de la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA). En el caso de Escondida, se desarrolló un programa con foco en capacitación, mientras que en Spence a nivel de desarrollo de oportunidades laborales con las comunidades. Actualmente, la participación femenina de Escondida asciende a un 34,8% de la dotación, y en Spence es 38,5% de la dotación. Las cifras hablan por sí solas y demuestran que con determinación y políticas efectivas se puede ir fortaleciendo la incorporación de la mujer.
Retornando al estudio “Mujer y Minería”, presentado en el marco del aniversario de RIM, en sus principales conclusiones expuso que hay un mayor nivel de satisfacción general que en la versión 2022, pero acompañado también de un aumento de la percepción de inequidad en relación a las brechas salariales y oportunidades de desarrollo.
Por ejemplo, un 79% de las mujeres encuestadas piensan que los “hombres reciben mayor remuneración que las mujeres”, frente a sólo un 35% de los hombres. Asimismo, un 77% de las encuestadas sostiene que los “hombres tienen mayores oportunidades de desarrollo que las mujeres”, y sólo 33% de los encuestados varones tienen la misma percepción.
Si bien hay avances, es muy importante no quedarse en el conformismo. Debemos seguir potenciando los esfuerzos que nos están llevando a mejorar la calidad de la industria minera, clave para la economía y el fomento al trabajo en Chile. Y eso de lograr si incorporamos, con convencimiento, una mirada inclusiva.

