La ciclicidad del precio del cobre en el largo plazo: Nada nuevo bajo el sol

Jun 13, 2016

La conducta de la industria, guiada por consideraciones más bien de corto plazo, tiende a acentuar los ciclos del mercado.

La industria del cobre está hoy en un estado de gran pesimismo con respecto a su precio. Los motivos son evidentes: en los últimos diez años el precio superó los US$4 la libra en algunos momentos y hoy se transa a poco más de US$2. En períodos de precios altos las empresas actúan con optimismo; aceleran el desarrollo de proyectos, tratan de producir al máximo, con lo cual aumenta la demanda por insumos, equipos, servicios, recursos humanos, entre otros, cuyos costos tienden a subir. Se gasta más en exploraciones, desarrollo de mercados, sustentabilidad, y se produce un mayor relajo en la contención de costos y optimización de procesos, ya que prima el deseo de maximizar la producción.

Al caer el precio, como ha ocurrido ahora, las empresas reaccionan postergando proyectos, disminuyendo gastos en exploraciones y otras actividades que consideran diferibles, ajustando dotaciones, tratando de optimizar procesos, entre otras acciones. Muchas de estas medidas siempre debieron ocurrir, pero las condiciones del mercado facilitan que se hagan recortes más duros, para mejorar los resultados de corto plazo.

Pero demos un paso atrás y miremos esta industria en una perspectiva de más largo plazo. Partamos por los ciclos del precio. Desde principios del siglo XX a la fecha el precio promedio del cobre ha estado en torno a US$2 la libra, en moneda de hoy. Durante este período se distinguen ciclos relativamente largos que duran un par de décadas y que se alternan entre promedios de precios altos y bajos. Los promedios de los ciclos de precios altos han estado en torno a US$2,5 y los de precios bajos en alrededor de US$1,5 (todo en moneda de hoy). La explicación de estos ciclos ha estado siempre en los fundamentos de la industria: quiebres tecnológicos que permiten producir a costos más bajos, aumentando la oferta, o la falta de ellos que, por condiciones de envejecimiento de los yacimientos, hacen que los costos suban;  o ciclos del crecimiento económico mundial, que aumentan o disminuyen la demanda por cobre, o una mezcla de ambos.

Asumamos que el precio se sitúe en US$2 en los próximos diez años, estaríamos frente a dos décadas en que el precio promedio sería algo superior a US$2,5, un nivel alto para la historia de los ciclos del mercado. Se puede argumentar que las condiciones de las operaciones o de nuevos proyectos son de costos más altos que en el pasado. Pero las mejoras tecnológicas y optimizaciones de productividad permiten compensar este factor. Más aún, la respuesta de más corto plazo de las mineras de cobre, de diferir exploraciones y desarrollo de proyectos hoy, hace que los analistas del mercado estén previendo que en torno a 2018 se producirá un déficit de oferta y un aumento en el precio, que a 2020 será superior a US$2,5, en un contexto de relativamente bajos inventarios en términos de semanas de consumo.

¿Cuál es la moraleja? Varias. Primero, la conducta de la industria, guiada por consideraciones más bien de corto plazo, tiende a acentuar los ciclos del mercado, porque sus decisiones son pro-cíclicas. Disminuir exploraciones o desarrollo de proyectos que van a madurar en el mediano plazo, acentuará un alza posterior del precio por falta de oferta. Segundo, las que más ganan son aquellas operaciones que se desarrollan en períodos de precios bajos, y entran en operación cuando el precio va en alza. Tercero, el súper boom es un mito; estos ciclos se han producido muchas veces en la historia del mercado, así como los períodos de baja. Cuarto, para mantener una mirada tan pesimista hay que esperar condiciones de crecimiento de la economía mundial muy inferiores a las proyecciones de los analistas. Y quinto, contener los costos y aumentar la productividad es una tarea permanente, no sólo en períodos de precios bajos. Y es un error que ello implique cortar gastos en actividades que le dan viabilidad a la industria en el mediano y largo plazo.

Isabel Marshall

Directora de Cesco; socia y consultora senior de Mymco consultores Ltda.; directora de la Compañía Sudamericana de Vapores.

REVISTA DIGITAL

Temas relacionados

    Suscríbase al Newsletter Minería Chilena

    * indicates required