El Manifiesto de Davos 2020 en su punto A lo dice: “El propósito de las empresas es colaborar con todos sus stakeholders en la creación de valor compartido y sostenido”; y así lo ha entendido un importante grupo de inversionistas de la industria minera.
Adam Matthews, director de Ética y Compromiso de la Junta de Pensiones de la Iglesia de Inglaterra y co-presidente del Global Mining & Tailings Safety Initiative (GM&TSI), aseguró tras la falla catastrófica del depósito de relaves de la empresa Vale, en enero de 2019 en Brumadinho (Brasil), que “las comunidades necesitan saber que están a salvo y que todo lo que se pueda hacer va en la dirección de evitar que ocurran futuros desastres (…) Los inversionistas ahora se involucrarán con la industria, y para ver que esto ocurra lo reforzaremos a través de nuestras expectativas del sector”.
La GM&TSI es una agrupación de inversionistas, con más de US$13.500 millones en activos a nivel mundial, que busca mejorar los estándares de salud y seguridad. En abril de 2019, solicitó información sobre los riesgos potenciales de los depósitos de relaves de cada mina que controlan y advirtieron que podrían deshacerse de sus acciones, a menos que cuenten con esta información. Cabe recalcar que se han registrado más de 65 fallas de depósitos de relaves sólo en la última década, 12 de las cuales fueron catalogadas como muy graves y 15 como graves, según el World Mine Tailings Failures – From 1915.
[Se han registrado más de 65 fallas de depósitos de relaves sólo en la última década, 12 de las cuales fueron catalogadas como muy graves y 15 como graves.]
¿Cuáles son las consecuencias de la tragedia en Brumadinho? ¿Qué ha logrado movilizar? A un año de la falla, se vuelve a poner el foco en estas instalaciones. Además de conocerse públicamente la acusación por homicidio que recae sobre el ex CEO de la compañía, la presión de los principales inversionistas se ha intensificado.
Recientemente, la GM&TSI se reunió en Londres, instancia en la que sus directores indicaron que las compañías mineras “deben intensificar los esfuerzos para hacer frente a los depósitos mortales”, detallando cuatro intervenciones necesarias de implementar por parte de estas empresas: crear un centro de monitoreo global de depósitos independiente que brinde información objetiva, continua y oportuna; eliminar los depósitos más peligrosos; generar seguros para los depósitos que no se eliminen; y acelerar nuevas tecnologías que eliminen la necesidad de construirlos.
La opinión de las comunidades afectadas es trascendental para este grupo de inversionistas, pues no sólo fueron invitadas al encuentro de enero en Londres, sino que además se ha comprometido la visita de una delegación de representantes de alto nivel a Brumadinho y Mariana, otra localidad afectada por una falla en 2015 en Brasil.
El camino iniciado por estos inversionistas marca un precedente importante, no solo por sus claros avances en cuanto a exigencias, sino también por el trabajo conjunto llevado a cabo con todos los interesados, poniendo el foco de la gestión en el riesgo y movilizando a la industria en esta dirección.