Expansión internacional, una oportunidad para emprendedores chilenos

Abr 6, 2021

La internacionalización de las empresas chilenas es una tendencia que ha impulsado el desarrollo del país en los últimos años y, en medio de la actual crisis económica, será fundamental para retomar el crecimiento. Para esto, es importante tener en cuenta una serie de factores que deberían considerar los emprendedores a la hora de dar […]

La internacionalización de las empresas chilenas es una tendencia que ha impulsado el desarrollo del país en los últimos años y, en medio de la actual crisis económica, será fundamental para retomar el crecimiento. Para esto, es importante tener en cuenta una serie de factores que deberían considerar los emprendedores a la hora de dar el paso de salir de nuestras fronteras.

En primer lugar, hay que considerar que internacionalizarse no es de forma necesaria una opción para todos. Hay que entender los por qué, para qué y los cuándo, tanto personales, y profesionales, como también empresariales. Sumado a eso, debe existir un compromiso total por parte de los emprendedores; alineación entre socios con respecto a la decisión y la estrategia; y definir si él o los fundadores se irán a vivir al extranjero, lo que dependerá del mercado y la industria, ya que es una decisión de, al menos, tres a cinco años.

Teniendo definido esto, ¿qué más se debe analizar? Si se nace como un emprendimiento global se deben tener productos o servicios de clase y alcance mundial, que cumplan con necesidades en diversos países. Pero, como es el caso de muchos, si ya están operando en Chile pero quieren mirar al extranjero, hay que considerar si la oferta es innovadora y diferenciada en el país de destino; si tiene ventajas competitivas y coincide con la demanda que hay en otros mercados; entender si el modelo es 100% replicable en otro país; tener un flujo de caja estable y recursos destinados a la internacionalización; ser rentable; y tener un equipo local autónomo y fuerte, con las capacidades requeridas para el desafío (por ejemplo, manejar el idioma del país donde entrarás).

Con lo anterior acordado, lo que queda es analizar en detalle el nuevo país a explorar. Para eso hay que hacer un análisis de mercados que defina una estrategia, que implica averiguar sobre la competencia, la demanda o el marketing ya existente; tener claro el financiamiento y el talento local adecuado; resolver los temas legales antes de expandirse; entender cómo funciona la burocracia en temas operativos como impuestos, permisos de exportación, entre otros.

También hay que dedicarle tiempo para conocer los lugares y las personas del nuevo país para entender las diferencias culturales y la forma de hacer negocios, incorporándose y no tratando de hacer las cosas igual que en Chile. Por ello, la opción de buscar un socio local puede ser una muy buena forma de aterrizar en un nuevo país, de forma más acelerada y con menos riesgo.

Junto con lo anterior, hay que estar informado de todo lo que ocurre en estos nuevos mercados, tanto en lo político, como en lo económico y social, lo que involucra realizar un estudio exhaustivo que involucre no sólo precios, competidores y clientes, sino además otros aspectos relevantes del clima interno, y que puedan repercutir en el éxito de esta aventura de internacionalización.

Como verán, la lista es larga, por lo que hay que ser flexibles, en cuanto a tiempos, capital necesario o en adaptar la estrategia. Sin duda, el sacrificio es grande, muchas veces involucra a la familia (como fue en mi caso, que estuvimos viviendo tres años en Australia para abrir nuestra oficina), pero les puedo asegurar que los resultados son siempre positivos, tanto en términos de diversificación de ingresos como, en caso de que no resulte la apuesta, aprender de esa experiencia y no cometer los mismos errores cuando nuevamente quieran salir a conquistar el mundo.

Mauro Mezzano, socio de Vantaz Group y mentor Endeavor Chile

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