Sofofa: catastro de inversión del país a 2020 supera los US$ 200 mil millones

Feb 11, 2013

Según recuento al cierre de 2012 del ente gremial, hay 1.047 proyectos en carpeta, con un aumento anual de la inversión de 23%. Los sectores líderes: minería, energía e infraestructura.

(La Tercera) Un incremento de 23% registró al cierre del año pasado la inversión en ejecución y planeada del país respecto de 2011, llegando a casi US$ 216.787 millones, según el catastro que prepara semestralmente la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) y que esta vez abarcó el período 2012-2020.

Se trata de un “portafolio histórico”, señala la entidad gremial, lo que da cuenta del alto dinamismo que vive la economía nacional y que se refleja además en el crecimiento del PIB, el bajo desempleo y el alza de las remuneraciones, entre otros indicadores.

De hecho, el monto de inversión total contabilizado por el catastro es más del doble que sólo tres años antes (en 2009 la cifra fue de US$ 107.000 millones) y en los cinco años transcurridos desde 2007 el valor de los proyectos se cuadruplicó.

Este portafolio de fines de 2012 está compuesto por inversiones “en construcción”, por un valor de US$ 48.840 millones (un 23% del total catastrado) y donde sólo se consideran los saldos por invertir; aquellas “por ejecutar”, que comprenden los proyectos en trámite regulatorio y los que ya han sido aprobados, pero que aún no se han iniciado, por US$ 91.518 millones (42%), y la inversión “potencial”, por US$ 76.430 millones (35%). Esta última es la que cuenta con estudios de factibilidad técnica, pero que todavía no ha ingresado al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) o al sistema de concesiones.

El número de proyectos contabilizados en 2012 también anotó un aumento, pasando de 989 en 2011 a 1.047 iniciativas, prácticamente el doble que hace cinco años.

Si bien la tasa de expansión que mostró la cartera de iniciativas catastradas esta vez fue la menor desde 2008, en la Sofofa explican que ello se debe a la alta base de comparación.“Tanto en 2010 como en 2011 ingresaron al catastro muchos proyectos y por montos de mucho valor, pero a pesar del proceso de judicialización en varias iniciativas de inversión, creemos que 2012 fue un buen año en general”, destacan.

En cuanto a la distribución de los proyectos durante los próximos ocho años, hasta 2020, el estudio de la Sofofa evidencia montos muy similares en ambas mitades. Según sus cifras, las inversiones hasta 2016 ascienden a US$ 110.786 millones, mientras que aquellas posteriores suman US$ 106.002 millones (ver tabla).

Principales sectores

En 2012, el 75% de la inversión del catastro corresponde a empresas privadas y casi el 15% a entidades públicas. Un décimo de los proyectos son de origen mixto. A su vez, están divididos casi en partes iguales entre transables y no transables.

En lo que se refiere a su participación por sector económico, las iniciativas se mantienen muy concentradas en Minería (46,2%) y Energía (casi 28%), que juntos suman el 74% del total. Ambos son, asimismo, el tercer y primer sector en que más se eleva la inversión versus 2011 (ver gráfico), respectivamente, y los dos agrupan casi la mitad de todos los proyectos del catastro (457 de 1.047).

En Minería, el estudio muestra un crecimiento de 23%, desde US$ 81.354 millones el año previo a US$ 100.146 en 2012.

Con 159 iniciativas, en este sector se encuentran en etapa de construcción proyectos que representan un cuarto de la inversión catastrada, con otro cuarto en alguna de las dos fases de la etapa “por ejecutar” -en trámite SEIA o aprobado. La otra mitad de los proyectos aún no inicia esa tramitación, calificando como “potencial”.

A él corresponden también los tres principales proyectos de mayor inversión: la ampliación de Los Pelambres, la Fase II de Nueva Andina y la expansión Collahuasi Fase III, destaca la Sofofa.

“Estos tres megaproyectos, en su conjunto, suman US$ 23.300 millones, cifra equivalente al 10,7% del total medido”, se indica en el catastro.

No obstante lo anterior, el sector es uno de los principales afectados por la judicialización que se ha producido en el ámbito energético. En general, “la incertidumbre sobre la generación eléctrica ha obligado a empresas mineras a aplazar el inicio de proyectos y de planes de expansión”, señalan en la Sofofa.

“Podemos decir que, debido en gran parte a estas dificultades, un 20% de proyectos mineros no se ejecutará”, agregan.

Las perspectivas en este frente en particular, aunque la inversión crece, no son brillantes.

“Si las condiciones que llevaron a generar el escenario actual no cambian, ¿por qué habría que esperar un resultado distinto?”, cuestionan en Cesco.

“Más allá de analizar qué consecuencias puede tener la judicialización de los proyectos, hay que entender ésta como consecuencia de algo previo. Es una última instancia. Entonces, vale la pena preguntarse si hay otra herramienta institucional a través de la cual canalizar las inquietudes sobre un proyecto específico”, añaden.

En Energía, si bien son el segundo sector más pujante en materia de inversión, el ánimo es similar.

René Muga, gerente general de la Asociación de Generadoras, anticipa una situación compleja en el mediano plazo.

“Si dentro de los próximos cuatro años no se materializa un proyecto de envergadura y la demanda sigue creciendo a 5% o 6%, nos vamos a encontrar con una situación en que esta demanda tendrá que ajustarse a la disponibilidad de la oferta sea por la vía de precios mayores o vía cantidad”, advierte.

La inversión del sector energético, de US$ 44.183 millones en 2011, se elevó a US$ 60.171 millones en 2012, lo que constituye el más alto crecimiento de los ocho sectores catastrados: un 36%, completando 298 iniciativas.

Pero precisamente esto último se da, a pesar de que en su catastro la Sofofa dejó de contabilizar dos grandes iniciativas energéticas: Barrancones, detenido por decisión presidencial, y Castilla, por la Corte Suprema. Ambos proyectos se encontraban entre aquellos “por ejecutar”, el primero en calidad de aprobado y el segundo figurando en trámite.

Barrancones, que estaba concebido para empezar a construirse en el primer semestre del año pasado, para estar en marcha entre 2014 y 2015, le restó unos US$ 1.500 millones al portafolio de inversión, dan cuenta en la Sofofa.

A su vez Castilla, que debía empezar a erigirse en 2013, para ponerse en marcha en 2017, le significó US$ 5.000 millones menos.

La paralización del proyecto HidroAysén, en tanto, no tuvo mayor efecto en el catastro, por cuanto no fue eliminado de la lista y se mantuvo en calidad de “potencial”.

Eso sí, “HidroAysén ya no figura en el quinquenio 2012-2016”, dicen en la Sofofa, siendo trasladado al período 2017-2020.

Los otros rubros

El tercer sector más relevante es Infraestructura, donde el aumento, con 199 proyectos, fue de casi 14% entre 2011 y 2012, al pasar de US$ 24.439 millones a US$ 27.774 millones.

“La consolidación que registra deriva, principalmente, del incremento progresivo que muestra la ejecución presupuestaria del MOP y los planes futuros de la Coordinación de Concesiones de Obras Públicas, cuya cartera a licitar entre 2012 y 2014 implica inversiones por más de US$ 8.000 millones”, dice el estudio de Sofofa.

La inversión medida en el sector Servicios (US$ 9.554 millones) se elevó en US$ 1.000 millones respecto del año anterior, lo que implica un avance de casi 12%, con 132 iniciativas.

En la Industria, por su parte, el total catastrado bordeó los US$ 9.000 millones, US$ 1.700 millones más que en 2011, un incremento interanual de 23,5%.

Telecomunicaciones, en tanto, registró un crecimiento de 6,3% a US$ 4.505 millones. Aquí la inversión “estuvo impulsada en su mayoría por el mercado de internet móvil y la llegada de dos nuevos actores (Nextel y VTR)”, sostiene en su informe la Sofofa.

A su vez, con 36 proyectos por US$ 1.648 millones aparece Turismo. El motor en esta industria es “el auge que está registrando la construcción de nuevos emprendimientos inmobiliarios de segunda vivienda y grandes complejos turísticos”, describe la Sofofa.

El único sector que experimentó un retroceso fue Comercio, cuya inversión total cayó de US$ 4.457 millones a US$ 4.052 millones, en torno a un 9%. La entidad gremial estima que esa “baja se explica, principalmente, por el aumento que registran las inversiones en otros países de la región, donde diversos operadores del retail apuntan con fuerza sus nuevas estrategias comerciales”.

Fuente / La Tercera

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