(El Comercio, Perú) Los representantes de los trabajadores de Doe Run Perú (DRP) se reunieron ayer con el presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon, con la finalidad de obtener información sobre la situación de la minera que opera el Complejo Metalúrgico de La Oroya.
El jueves, los trabajadores tuvieron una reunión similar con el viceministro de Minas, Felipe Isasi.
El secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú (FNTMMSP), Luis Castillo, dijo que los empleados fueron nuevamente citados para mañana, fecha en la que, según se les informó, se tendría listo el esquema de solución para salvar la difícil situación financiera en la que se encuentra la minera.
Como se recuerda, un sindicato de bancos, liderado por el Banco de Crédito, levantó un crédito revolvente de US$75 millones que era usado por la empresa como capital de trabajo para comprar concentrados a las distintas mineras en el centro del país.
El Gobierno, a través del Ministerio de Economía y Finanzas, habría evaluado apoyar financieramente a la compañía a través de Cofide, debido al impacto social que causaría el cese de sus operaciones.
Un proveedor del complejo metalúrgico indicó que este viernes se vence el plazo para que DRP cancele sus deudas, antes que los proveedores pidan declarar su insolvencia en Indecopi.
Situación difícil
José Luis López, especialista minero de la ONG Labor, sostuvo que el Gobierno está al frente de una situación difícil, pues no debe posponer el Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (que permitirá descontaminar La Oroya) y, al mismo tiempo, tiene que salvar la situación laboral de 3.500 trabajadores que dependen de Doe Run.
El especialista indicó la necesidad de formar una administración con capital mixto (estatal-privado) para dirigir el Complejo Metalúrgico de La Oroya en esta situación de crisis.
Fuente / El Comercio, Perú