Las utilidades del año pasado gracias al alto precio del cobre serán tan altas que les permitirán a las empresas del sector recuperar en un solo año las inversiones que han realizado en los últimos quince años.
Esta situación, lejos de alegrar al sector minero privado, preocupa por el impacto político que puedan causar las cuantiosas ganancias que darán a conocer antes de fines de este mes y que serán las más altas de toda la historia.
Es tanta la relevancia que tiene el tema para el Consejo Minero, que al interior de la entidad se está trabajando a nivel de asuntos públicos para definir y coordinar un plan para enfrentar el posible revuelo y las presiones de todo tipo que se podrían levantar luego de la divulgación de las utilidades del año pasado.
La entrega de estas cifras -que representan una situación extraordinaria en la minería nacional- requiere de un manejo excepcional y único, ya que, se asegura, la industria minera privada es vulnerable «frente a las necesidades del juego político».
Además, el sector todavía está temeroso de lo que ocurrió con el tema del royalty y de la aplicación de un impuesto específico, algo que dados los altos resultados podría tentar a muchos sectores.
De ahí que, a nivel de la industria, el directorio del organismo acordó preparar un plan «B» que permita coordinar, anticipar y manejar de la mejor manera las posibles presiones a las que podrían verse enfrentados.
El alto precio del cobre -que en 2006 promedió históricos US$ 3,05 la libra- fue la causa de que el año pasado fuera el mejor en la historia para la minería chilena.
Sólo en el caso de La Escondida, operada por la anglo-australiana BHP Billiton, las ganancias crecieron en más del 106%, totalizando los US$ 5.324 millones. En tanto, se estima que las ganancias de Codelco se ubicarán en el rango de los US$ 9.500 millones a 10.000 millones, y las de la minería en su totalidad rozarán los US$ 20 mil millones, más del doble de 2005.
Fuente / El Mercurio