Mercados de Japón y Francia exigirán a partir de 2012 la Declaración ambiental de Productos

Sep 29, 2011

Ante este escenario, iniciativa del CIMM busca contribuir a que el cobre, junto con sus principales productos, sea competitivo en los mercados ambientalmente exigentes.

(MINERÍA CHILENA) En el marco de la norma ISO 14025, el Centro de Investigación Minera y Metalúrgica (CIMM) está desarrollando el proyecto Fondef “Declaración Ambiental de Productos para el Cobre”, iniciativa que busca generar las Reglas por Categoría de Productos (PCR) específicas para los concentrados, cátodos, cañerías y alambres de cobre.

La norma ISO 14025 establece una metodología rigurosa para efectuar la certificación ambiental. Sin embargo, se debe crear un método de reporte específico para cada producto y junto, con ello, desarrollar un Análisis de Ciclo de Vida (LCA). El LCA efectúa una evaluación cuantitativa de los impactos ambientales de todo el sistema productivo y cadena de suministros que se encuentran asociados a un producto para generar los indicadores de desempeño ambiental (entre ellos, la huella de carbono, la huella hídrica y el uso de la tierra) que va a reportar certificadamente la Declaración Ambiental de Productos (EPD).

“La EPD es considerada como la vía para efectuar un reporte certificado sobre los indicadores de desempeño ambiental de productos, los cuales están destinados a las grandes transacciones comerciales del tipo “business to business”, explicó Claudia Peña, directora de la unidad de Sustentabilidad Industrial del CIMM, en una reciente conferencias de los “Jueves Mineros”, actividad organizada por el Instituto de Ingenieros de Minas de Chile (IIMCh).

En el cobre
La EPD del cobre se basa en el Análisis de Ciclo de Vida ISO 14040/14044, la cual utiliza los indicadores que están presentes en las bases de datos LCI, generadas por el CIMM y la Universidad de Concepción (UDEC) en el proyecto «Sistema de Evaluación de Ciclo de Vida de la Producción Primaria de Cobre: Bases de datos LCI de Referencia y Modelos Parametrizados”, iniciativa que tuvo como objetivo desarrollar un instrumento que permita evaluar el desempeño ambiental de la producción cuprífera en Chile.

La Declaración Ambiental de Productos será validada y acreditada a nivel internacional por un organismo competente. En el caso de las PCR (Reglas por Categoría de Productos) serán aprobadas a través de una consulta pública, conforme a los requerimientos de la ISO 14025 y cuyo proceso será liderado por dicha entidad o la EPDsystem.

Cabe destacar que otros de los objetivos que busca la iniciativa liderada por el CIMM es desarrollar un sistema de Declaración Ambiental de Productos de referencia certificada, plataforma que será implementada próximamente en el sitio www.ciclodevida.org.
A través de esta herramienta, las empresas productoras de concentrados, cátodos, o de alambres de cobre podrán utilizar dicha metodología introduciendo sus datos de producción, lo cual les permitirá obtener una declaración ambiental de sus productos, según los requerimientos establecidos en la ISO 14025.

La directora de Sustentabilidad Industrial del CIMM explicó que el objetivo de esta iniciativa es contribuir a que el cobre, junto con sus principales productos, sea competitivo en aquellos mercados ambientalmente exigentes. “La idea es utilizar esta metodología para que la industria cuprífera pueda difundir antecedentes confiables de sus productos a los consumidores intermedios y finales”, declaró.

De acuerdo con la investigadora del centro investigador, una de las ventajas que posee la EPD es que puede ser aplicado a los diversos productos y servicios. Además, permite comparar en forma adecuada su desempeño ambiental, cuyos indicadores son verificados y evaluados por organismos especializados. “Si bien estos modelos son específicos para los productos del cobre en Chile, pueden ser utilizados como pautas genéricas para el desarrollo de EPD del cobre u otros minerales –como el oro y la plata– producidos en otras partes del mundo”, sostuvo.

“La declaración ambiental de producto indica lo que estoy midiendo –huella de carbono–; hace referencia a la unidad funcional –qué productos específicos estoy comparando– y entrega información de los PCRs”, señaló Claudia Peña. Y añadió que a través de esta metodología “puedo incorporar las políticas que se encuentra adoptando la compañía para mejorar el producto y/o las medidas de mitigación que se están aplicando para compensar la huella de carbono, como las iniciativas sociales o la plantación de un bosque”.

Tendencia internacional
A partir de 2012 las EPD serán consideradas obligatorias para aquellos productos que ingresen al mercado francés, y en el caso de Japón, las autoridades exigirán el EPD de la huella de carbono.

Según Claudia Peña, en la actualidad ya existen varios países que están realizando diversas iniciativas, las cuales están orientadas a continuar con esta tendencia. De hecho, Estados Unidos inició un estudio sobre esquemas tecnológicos y legislativos para el desarrollo de PCR y EPD de sus productos y la Unión Europea se encuentra en proceso de incrementar el número de PCR para las distintas categorías de productos.

“En 2008 había sólo 89 PCRs. Actualmente, existen seis países que poseen 211 de estas reglas por categoría y más de 32 se encuentran en fase de desarrollo”, concluyó la especialista.

Fuente/ MINERÍA CHILENA

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