Más de mil faenas mineras abandonadas en la Región de Antofagasta

Ene 6, 2009

Al menos el 10% de éstas sería clasificada como peligrosa para el medio ambiente.

Más de mil son las faenas mineras abandonadas en la Segunda Región. Así lo aseguró el director regional del Servicio Nacional de Minería y Geología (Sernageomin), Jorge Guerra, quien advirtió que al menos un 10% de éstas estarían clasificadas como peligrosas para el medio ambiente.

Efectivamente, las características intrínsecamente mineras de la Segunda Región en su historia moderna, más la irresponsabilidad de algunas empresas y la inexistencia de una ley que normara debidamente el cierre y abandono de faenas mineras confabularon para que las operaciones abandonadas en la zona alcancen el millar según los registros del Sernageomin.

«Según nuestras estimaciones, en la región tenemos alrededor de mil faenas abandonas, debido principalmente a la larga historia minera de la Segunda Región, de las cuales unas 100 deben calificar como pasivos ambientales», aseguró Guerra.

Política

La Política Ambiental Para el Desarrollo Sustentable, suscrita el 9 de enero de 1998, establece en síntesis que «los pasivos ambientales son la acumulación de daños en el medio ambiente producto de la actividad humana».

Es así como una de las líneas de trabajo en la gestión ambiental del Sernageomin es la evaluación y control del impacto medioambiental de la minería histórica. Para esto se han desarrollado iniciativas tendientes a registrar, investigar y gestionar faenas mineras abandonadas o paralizadas, evaluando sus riesgos potenciales a la salud y seguridad de las personas y el medio ambiente. Esas iniciativas incluso han sido fruto de Convenios de Cooperación Internacional entre Chile y estados como Alemania y Japón, respectivamente.

Peligrosidad

De acuerdo a lo explicado por Guerra, el servicio regional tiene levantadas alrededor de 60 faenas abandonadas e identificados sus niveles de peligrosidad. «Se trata de un proceso muy lento, pero que está avanzando bien. Nuestra proyección es que de las mil operaciones, cerca del 10% caerá en la categoría de pasivo ambiental, en sus tres niveles, hipercrítica, crítica y menos crítica», dijo.

Para ejemplificar, explicó que un tranque de relaves abandonado frente a la costa o una planta abandonada son considerados pasivos críticos. «Un caso ejemplar es el de Caleta El Cobre, al norte de Taltal, que este año no se pudo evaluar ya que estuvo a punto de ponerse en marcha nuevamente gracias a un proyecto privado que asumiría ese pasivo», sostuvo.

De acuerdo a lo explicado por Guerra, el tema está normado por el Decreto 72 del Sernageomin (2004) y en un futuro por la Ley de Cierre y Abandono de Faenas Mineras, la cual aún está siendo tramitada en el Congreso. «Esta norma proveerá lo necesario en materia ambiental, dado que quien debe hacerse cargo de los pasivos una vez que las empresas ya no existen, es el estado», aseguró.

Fuente / El Mercurio de Antofagasta

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