(El Mercurio) A una semana de que se rinda la PSU, expertos coinciden en que son pocos los jóvenes que hacen un análisis profundo sobre su futuro profesional a la hora de postular a una universidad. «Es difícil que alguien de 18 años, por sí mismo, tenga la habilidad de considerar todas las variables que debiera ver al elegir una carrera. Por eso, la familia, el colegio y toda la red de apoyo que pueda tener es muy importante para ayudarlo a decidir bien», apunta el gerente general de Trabajando.com Chile, Álvaro Vargas.
Una de las primeras consideraciones a tomar en cuenta es el potencial nivel de ingresos que van a tener al terminar sus estudios. Según los últimos datos del portal del Ministerio de Educación, Mifuturo.cl, correspondiente a 2017, las carreras con mayores incrementos salariales entre el primer y cuarto año de egreso son Ingeniería Civil Metalúrgica, con un alza de 106%, así como Geología (98%) y Odontología (73%). Mario Mora, CEO de First Job, agrega que la retribución monetaria está muy alineada con la universidad y que ellos han percibido diferencias de hasta 400% entre quienes vienen de una casa de estudios tradicional, respecto del resto.
El ejecutivo recomienda a los jóvenes no solo considerar la remuneración promedio, sino que multiplicar el arancel anual por los años de carrera y evaluar según los ingresos proyectados cuántos años la persona demora en recuperar la inversión.
De todas formas, el economista y presidente de la Comisión Nacional de Productividad, Joseph Ramos, advierte que el sueldo no es sinónimo de utilidad social. «El ingreso habla de la demanda privada, pero no necesariamente de lo que requiere la sociedad, pues qué más útil que un pedagogo. Asimismo, la mayoría de las empresas no contrata matemáticos para hacer investigación y desarrollo, sino las universidades, las que ofrecen menos dinero», dice el también académico de la U. de Chile.
Según los datos de Mifuturo.cl, la pedagogía mejor pagada es Matemáticas, con un salario promedio al primer año de $630 mil, en tanto que al cuarto año la cifra aumenta a casi $835mil (ver infografía). Le sigue la especialidad en Ciencias, donde los sueldos van de $601 mil a $801 mil en los mismos períodos analizados. Por otra parte, un matemático y/o estadístico comienza ganando $784 mil y después de cuatro años la paga alcanza casi $1,2 millones.
Nivel de matrículas influye en empleabilidad
A juicio de Mora, el análisis sobre qué estudiar no se debe limitar a los ingresos, sino también considerar la demanda actual de las empresas por los distintos profesionales. «Es cosa de ver cuáles son los requisitos que se piden en los distintos cargos que se publican en los portales de empleo», señala.
Entre las carreras con mayor ocupación al primer año están Medicina y Pedagogía en Matemáticas y Computación, ambas sobre el 92%. «El mercado de la educación, así como la salud, tienen carreras sin grandes variaciones, ya que no están ceñidas a ciclos económicos. Estas satisfacen una demanda estable, siempre se necesita gente para educar y atender a los enfermos», dice Vargas.
El gerente de Trabajando.com va un paso más allá y advierte que un buen nivel de empleabilidad no necesariamente se va a mantener una vez que la persona egresa. «Ver la ocupación actual puede dar cierta sensibilidad, pero también hay que considerar el nivel de matrículas, pues si estas tienen una tendencia al alza puede que haya mucha más competencia y los indicadores no sean tan buenos a futuro», dice.
Ingeniería Comercial es un ejemplo de lo anterior. Según el portal Mifuturo.cl, su nivel de ocupación al primer año de egreso es de 84%. Sin embargo, Vargas prevé que este indicador va a caer: «A nosotros nos aparece entre las carreras más saturadas. Todas las universidades tienen esta alternativa, por lo que salen muchos ingenieros comerciales cada año. Se ha abusado bastante», asegura.
De todas formas, variables «duras» como empleabilidad y remuneraciones no son las únicas a considerar, apunta el director del Instituto del Bienestar y académico de la UAI, Wenceslao Unanue.»La información de ocupación y salarios transparentan el mercado y es necesaria, pero se ha exagerado en su importancia. Hay otras variables, pues al llegar a un nivel de ingreso que satisface las necesidades básicas, ganar más plata no hace generar más bienestar y felicidad», destaca.
Soledad del Río, psicóloga vocacional de la Red de Salud Christus UC, señala que para ser feliz es clave trabajar en algo que agrade: «En la medida en que uno disfruta lo que hace y que además le va bien porque es reconocido en su medio y valorado en términos profesionales, la recompensa es gratificante».
Para lograr una buena elección, Unanue recomienda evaluar las fortalezas propias, junto con evaluar si la carrera entrega realización personal, si permite crear vínculos con la comunidad y si hay un sentido de trascendencia detrás de esa elección.