(El Mercurio) Un alza de 87% registraron los excedentes de la compañía minera Codelco, alcanzando los US$ 2.315 millones en los primeros tres meses del año.
Según el presidente ejecutivo y el vicepresidente de administración y finanzas de la minera, Diego Hernández y Thomas Keller, el avance se explicó por el aumento que anotó el precio del cobre, la disminución exhibida en los costos operacionales de la compañía y la mayor producción del metal que registraron sus divisiones Radomiro Tomic, Andina, El Teniente y Salvador.
A los efectos mencionados, también se sumó el ingreso extraordinario por US$ 380 millones que recaudó la firma con la venta de su participación en la compañía eléctrica E-CL (ex Edelnor).
La cuprera se vio beneficiada por un alza de 33% en el valor del cobre, el cual promedió los US$ 437,5 centavos por libra. Codelco también aumentó su producción en 31 mil toneladas de cobre durante el período, totalizando 414 mil toneladas.
Los costos de la estatal, en tanto, sufrieron una fuerte disminución, tras descender desde los US$ 102,3 centavos por libra a US$ 98 centavos. Hernández afirmó que dicha baja viene explicada por la decisión de postergar una serie de mantenciones que deben ser realizadas en sus divisiones.
Así, pese a la disminución, el presidente de la estatal estimó que, una vez realizados los trabajos pospuestos, en 2011 los niveles de costos de Codelco superarían los del ejercicio anterior.
Desde la óptica de las ganancias comparables -las que se calculan aplicando a Codelco las mismas leyes tributarias del sector privado-, la firma obtuvo utilidades por US$ 1.841 millones, versus los US$ 984 millones del primer trimestre de 2010.
Por último, Thomas Keller se refirió a la posibilidad de que la estatal decida emitir deuda para financiar sus inversiones. Ante esta opción el ejecutivo manifestó que en el corto plazo no tienen contemplado acudir al mercado, pero que si las condiciones son favorables no descartan emitir un bono para financiar parte de su plan de inversiones para los próximos ejercicios.
Fuente/ El Mercurio