Coquimbo y Atacama exhiben la mayor alza de ingresos y brecha salarial entre hombres y mujeres

Feb 23, 2013

Según cifras de la Superintendencia de Pensiones, en la última década.

(El Mercurio) Coquimbo y Atacama exhiben el mayor incremento en el ingreso imponible promedio en la última década, situándose en $559 mil y $665 mil, respectivamente, más del doble de lo que ganaban sus trabajadores en 2002.

Sin embargo, las cifras de la Superintendencia de Pensiones reflejan, además, que en ambas regiones es donde más se profundizó la brecha salarial entre hombres y mujeres. En el caso de Coquimbo, los hombres pasaron de ganar 20% más que las mujeres en 2002, a superarlas en 45,6% en ingresos el año pasado. Mientras que en la Tercera Región, la brecha pasó de 40,03 a 54,31% en igual período.

A nivel nacional, los ingresos crecieron casi 80% en la última década, mientras que la diferencia de sueldos por género aumentó, ya que un hombre pasó de ganar de 14 a 21% más que una mujer en el período. Esta última cifra, además, está 2,7 puntos porcentuales sobre la brecha registrada a fines de 2011.

Los datos se explican principalmente por la mayor participación de las mujeres en el mundo del trabajo, pero en empleos de menor remuneración ante una baja calificación.

Esto acentuó las diferencias con los hombres, sobre todo en regiones cuyo crecimiento se asocia a la minería y construcción, actividades donde se privilegia la contratación de varones y que han incrementado significativamente los ingresos de la mano de la expansión económica. Tal como ocurre entre las regiones I y IV, que desde hace algunos años se han vuelto zonas «dormitorio» para muchos empleados de la minería o de actividades asociadas, como explica el abogado laboralista Huberto Berg.
Así, es en estas regiones donde más diferencias de ingresos hay entre ambos sexos y donde más elevados son los ingresos respecto al promedio del país, liderados, históricamente, por Antofagasta y Atacama.

El ministro del Trabajo (s) Bruno Baranda, ejemplifica esta situación indicando que entre 2002 y 2012, en regiones como Coquimbo se mantuvo el número de hombres trabajando en el primer y último quintil, pero éstos elevaron sus salarios.

Mientras que las mujeres sumaron una empleada más en el quintil de menor ingreso, y aunque subieron sus sueldos promedio, éstos siguen por debajo de los varones.

El Gobierno busca reducir esta brecha con programas de capacitación para mujeres en labores desarrolladas principalmente por hombres, tales como el manejo de maquinaria pesada. Esto permitiría a una mujer subir sus expectativas de sueldo desde $250 mil a cerca de $1 millón, según Baranda.

Cambio cultural
Pero la brecha salarial no se da sólo en los segmentos de menores ingresos y escolaridad, sino también en niveles más altos. «Persiste a pesar de encontrarnos en un ciclo de alta creación de empleo y menor tasa de desocupación, lo que habla de un problema que va más allá del mercado de trabajo (…) deriva del sistema educativo y de una cultura que continúa reproduciendo roles tradicionales de género», afirma la directora de estudios de Comunidad Mujer, Andrea Bentancor.

Tema aparte es el menor acceso de las mujeres a cargos gerenciales, principalmente por falta de apoyo e incentivos que consideren las dificultades en períodos como la maternidad, agrega la ministra del Sernam (s), Viviana Paredes.

La autoridad aclara que al ampliar el catastro a los datos de la encuesta Casen 2011 se ve una disminución de la brecha de salarios por género en que las mujeres pasaron de ganar 32,5% menos que los hombres en 2009 a 26% menos tres años después. Esto, porque las cifras del regulador previsional excluyen a mujeres de empleos informales y sin contrato, y, por otro lado, incluyen a quienes cotizan por el mínimo, arrastrando a la baja los promedios.

Fuente / El Mercurio

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