Conferencia mundial de centros de reparación de componentes en Antofagasta

Oct 5, 2005

Los mayores recursos fiscales se explican en un 53% por los excedentes e impuestos de Codelco, 13% por una mayor tributación de las mineras privadas y 36% por el alza de la recaudación tributaria no cobre.

Más de un centenar de personas provenientes de distintos países se reunieron en Antofagasta para asistir a la Primera Conferencia Mundial de Centros de Reparación de Componentes (CRC).
El evento es organizado por Finning, el mayor representante y distribuidor de productos Caterpillar en el mundo, y convocó a representantes de 25 importantes distribuidores de la marca a nivel internacional.
El Centro de Reparación de Componentes y su Centro de Servicios Especializados que Finning posee en la capital de la Segunda Región –instalaciones de más de 9.000 metros cuadrados- es uno de los más grandes y modernos del mundo.
Por esta razón, sumado al hecho que Antofagasta es uno de los centros neurálgicos de la actividad minera mundial, es que Caterpillar eligió a esa ciudad como sede de la Conferencia, donde los representantes de otras latitudes pueden adquirir más conocimientos sobre este negocio y aprender de la experiencia chilena.
Al respecto, el director de Servicios Especializados de Finning para Latinoamérica, Oscar Constanzo, señaló que “nos llena de orgullo que nuestro socio nos eligiera para organizar este evento, sobre todo, porque reafirma a Antofagasta como capital minera”.
Un CRC, explicó, tiene como objetivo reducir los costos de operación de los equipos de los clientes. Con un trabajo bien hecho –remarca- la diferencia que se produce entre adquirir un equipo nuevo y reparar uno con el que ya se dispone, agrega más competitividad a cualquier empresa.
A esto se suma la escasez de acero a nivel mundial, producto de la alta demanda de China, fenómeno que afecta la producción de nuevas máquinas.
“Nosotros tenemos el desafío, entonces, de aplicar la tecnología para reparar artefactos y dejarlos como nuevos”, indicó el ejecutivo, agregando que en el CRC de Antofagasta se han introducido tecnologías provenientes de Europa, Estados Unidos y otros países latinoamericanos.
Este centro representó una inversión de US$ 75 millones, y puede reparar todos los componentes CAT en el mercado, incluyendo el motor de un camión fuera de carretera 797B, uno de los más grandes del mundo. Con un sistema de trabajo continuado 24×7 y una dotación que para fines de año alcanzará las 280 personas, su objetivo es ofrecer todo el soporte necesario para la Gran Minería y las inversiones futuras en ese sector.
Constanzo manifestó que para Finning, tan importante como vender o arrendar un equipo es el soporte del producto, “es decir, que éste pueda rendir e incrementar los beneficios de nuestros clientes, que operan más horas sin detenciones imprevistas, y que cuenten –sin importar los daños- con repuestos, alternativas de reparación e insumos, sea donde sea que estén trabajando”.
Para distribuidores como Finning, los CRC constituyen una parte importante de su negocio. De hecho, junto con incrementar la participación de mercado, lo que ya se ha visto reflejado en un aumento sustancial en la venta de equipos nuevos, llegando a más de US$ 300 millones en los últimos dos años, Finning genera importantes ingresos por concepto de arriendo, repuestos y servicios de soporte al producto. Durante 2004, estas actividades contribuyeron en un 53% a los ingresos totales de la compañía y en un 78% a sus utilidades brutas.
Sobre las impresiones de los participantes en la Conferencia, Oscar Constanzo señaló que los comentarios apuntan a reafirmar que en Antofagasta se cuenta con instalaciones de clase mundial.
Las visitas al CRC de la capital de la Segunda Región partieron el lunes y se extenderán hasta hoy.

Fuente / MCH

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