(El Mercurio) Tras casi dos años de tiras y aflojas en tribunales, Codelco logró paralizar un juicio que ponía vallas a la construcción de una de las obras clave para la expansión de Andina, proyecto millonario que la empresa estatal tiene en curso.
Se trata de un proceso iniciado por la Junta de Vigilancia del Río Aconcagua, que representa a grupos de agricultores para los que el curso fluvial es vital. Ellos reclamaron que la construcción del citado ducto contaminaría el río, ocasionando perjuicios para ellos.
En abril de 2007, la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ordenó a Codelco paralizar la construcción de una tubería de drenaje en la división Andina, cuando comenzaban las tareas de la fase 1 de la expansión, en medio de las faenas de la fase 1 de expansión del yacimiento. Finalmente se continuó con las obras, pero el juicio siguió avanzando y poniendo en jaque el funcionamiento posterior del proyecto.
Eso hasta enero, cuando Codelco llegó a un acuerdo con los agricultores, que incluyeron compensaciones por US$ 1 millón para los regantes y un monto máximo de nueve millones de dólares para obras de mejoramiento de riegos y canales, entre otros, y 10 mil UF en asesorías técnicas y legales.
Andina se comprometió a una contribución anual de mil UF durante el período de operación de las faenas mineras.
A su vez el organismo que representa a los agricultores, se comprometió al retiro y desestimiento irrevocable de todos los recursos judiciales. Este acuerdo se hizo por escritura pública de fecha 16 de enero de 2009.
Las negociaciones fueron llevadas adelante por la administración divisional, aunque en contacto con la casa matriz.
Según una alta fuente de Codelco, estas mitigaciones permitirán a la división operar con normalidad una vez que esté finalizada la expansión, que considera la instalación de plantas para elevar la producción de cobre fino.
Fuente / El Mercurio