El presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró que está inmerso en una campaña para erradicar la pobreza en su país y advirtió a las empresas mineras extranjeras que se preparen para pagar impuestos más altos.
En una entrevista publicada este lunes por el diario estadounidense «The Miami Herald», Morales señaló que su misión como mandatario es «resolver problemas. Mi trabajo es ocuparme de los pobres».
Para alcanzar ese objetivo ha impulsado políticas controvertidas como la expropiación de lo que llamó «tierras improductivas» para entregarlas a miles de familias y la nacionalización del sector del gas, que obligó a las empresas foráneas a aceptar impuestos sustancialmente más altos.
Ahora es el turno de las compañías del sector de la minería, de acuerdo con lo expresado por el primer gobernante indígena de Bolivia desde la residencia presidencial en La Paz.
«Vamos a respetar la inversión privada, pero tenemos empresas extrajeras de minería que no pagan impuestos. Tendrán que comenzar a pagarlos», enfatizó el mandatario al rotativo.
Morales también apuntó, con orgullo, que su país muestra significativos avances en materia económica: tiene un récord de reservas internacionales de 3.000 millones de dólares y un superávit en el presupuesto en el 2006 (5,9 por ciento), el primero desde que se lleva el registro en 1970.
«Ya no somos más una nación mendiga», afirmó el gobernante que cuenta con más del 50 por ciento del apoyo de la población boliviana.
Pero Gonzalo Chávez, un economista de la Universidad Católica de La Paz, atribuyó la fortaleza de la economía a los altos precios internacionales de los productos de la minería y de la soja.
El analista asimismo apuntó que Morales ha seguido las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) que recomiendan limitar el gasto gubernamental y propiciar el incremento de las reservas.
En el plano político, Morales rechazó las afirmaciones de analistas internacionales de que su gobierno ha dado un giro hacia la izquierda, a instancias del mandatario cubano, Fidel Castro, y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
De Castro dijo que en todas las reuniones que ha sostenido con él, «nunca me habla de socialismo, comunismo o de otra ideología. Sólo del cuidado de la salud, la educación y los recursos naturales».
«Estoy convencido de que Fidel es el doctor y el humanista número uno del mundo», manifestó con entusiasmo.
Con el presidente Chávez -expresó- comparte su sueño de lograr una Suramérica unida y reveló que tienen «muchas ideas en común».
Fuente / Efe