Compañía Siderúrgica Huachipato (CSH) valoró la decisión de la Comisión Nacional Encargada de Investigar la Existencia de Distorsiones en el Precio de las Mercaderías Importadas (también conocida como “Comisión Antidistorsiones”), de iniciar de oficio una investigación en el mercado de barras de acero.
Al mismo tiempo, la Comisión acogió la solicitud de iniciar una investigación en el mercado de las bolas de acero para molienda.
“Valoramos la decisión de la Comisión Antidistorsiones porque permitirá avanzar con mayor rapidez en el estudio del caso y, esperamos también, en la adopción de medidas para corregir las distorsiones de precios en las importaciones de acero chino, que dañan una cadena de valor integrada desde la industria del acero local hacia la minería”, precisó Julio Bertrand, presidente del Directorio de Siderúrgica Huachipato.
El ejecutivo agregó que “la reciente determinación de la Comisión demuestra, además, la contundencia de los antecedentes presentados por nuestra compañía y la urgencia de tomar medidas. No estamos buscando subsidios ni protecciones, lo que perseguimos es corregir la competencia desleal que existe en la actualidad, promoviendo una competencia justa y la sostenibilidad de la industria. Nos parece que todos los actores deben aceptar y velar por términos de intercambio objetivos y equilibrados de manera que nuestro sector industrial se pueda desarrollar en determinados espacios”.
Según detallaron desde la empresa, la compañía había solicitado el 31 de octubre a la comisión el inicio de una investigación en los mercados de barras y bolas de acero para molienda, para corregir la distorsión de precios provocada por subsidios y otras formas de intervención estatal de China que permiten que los exportadores de ese país puedan vender sus productos en Chile por debajo de sus costos de producción.
Siderúrgica Huachipato solicitó, además, medidas provisionales y derechos antidumping definitivos.
En línea con lo anterior, en la compañía siderúrgica plantearon que las distorsiones de precios de la industria siderúrgica de China han llevado a Europa, Estados Unidos, México, Brasil, India, Reino Unido, Australia y Egipto, entre otros, a establecer medidas correctivas para productos de acero originarios del país asiático.