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El importante volumen que se reprogramó desde 2019 al primer trimestre de este año debilitó la demanda de ácido, dentro de una oferta más estable. Esto provoca que el precio spot disminuya a niveles de US$65-70 por tonelada en una condición de entrega CFR (Costo del producto más flete) en Mejillones. Sin embargo, a medida que transcurrían los primeros meses, la presión de quienes mantenían posiciones y tenían que vender su ácido, afectó al precio spot un poco más. Esto sin considerar los efectos adversos aún que traería el coronavirus desde China.
Hasta ese momento, todos se resistían a pensar que los productores asiáticos tendrían que llegar a ofrecer un precio negativo FOB para poder vender, pero finalmente China comenzó con las primeras operaciones a estos niveles, debido a una fuerte disminución de la demanda interna desde el sector fosfatos, principalmente para su uso en fertilizantes, y restricciones en su traslado debido al brote de Covid-19. Por ende, tuvieron que desprenderse de un sobrestock de ácido importante que les complicaba.
Si contrastamos la historia, el año 2019 los consumidores tuvieron que asumir un precio alto, entre US$130-140 por tonelada. Hoy, los productores en Asia tienen que “pagarle” a sus clientes para que tomen su ácido, dado un sobrestock y capacidad de almacenamiento limitada.
[No debemos caer en pánico por la situación actual ni vender todo ahora para el año completo, ya que hay demanda en la segunda mitad de 2020 en el país.]
Incluso, hemos vistos ejercicios anteriores (2016-2017) el valor hasta en los US$25 por tonelada, donde se ha logrado recuperar después de un año. Pero lo curioso es que el precio es inquieto, y si está en niveles bajos, quiere moverse rápidamente o volver en torno a un valor promedio que se estima entre US$70 – 80 por tonelada, a menos que otro nuevo factor exógeno lo impida.
En 2020 por el lado de la demanda, Chile mostraría un repunte, dado que ya se agotan las entregas de ácido reprogramado desde 2019 a 2020. Además, los consumidores que eligieron quedar más abiertos en el spot, sobre todo para la segunda mitad del año, deben salir a comprar. Chile debiese abastecerse e intentará aprovechar la coyuntura, donde probablemente lo haga más temprano que tarde.
Pero la demanda de ácido global es la pregunta. Si el mercado ya internalizó el efecto del coronavirus, ¿podríamos esperar otro factor que impida incrementar el precio en la segunda mitad del año? Al parecer sí, y no sería extraño pensar que la economía mundial se recienta a raíz de este hecho, dada las reacciones de algunos organismos controladores en ciertos países.
Finalmente, me gustaría señalar lo siguiente: No debemos caer en pánico por la situación actual ni vender todo ahora para el año completo, ya que hay demanda en la segunda mitad de 2020 en el país. Tampoco debemos salir a comprar todo para el resto del año a estos precios bajos, y después tener que enfrentar problemas logísticos, asumiendo altos costos de todas formas. Recordar el dicho: “Lo barato, sale caro”.