Logística del ácido sulfúrico para el futuro, un desafío diferenciador

Oct 8, 2019

Hoy las mineras en Chile, al verse enfrentadas a un bajo precio del cobre, y un costo alto de producción dada la antigüedad de los yacimientos, nos dejan la tarea de poder buscar las mejores opciones frente a los nuevos tiempos.

La interacción con el mundo del ácido sulfúrico conlleva hablar de variados elementos logísticos, como estanques de almacenamiento, trenes, camiones, buques tanqueros, procesos de carga y descarga, y un sin fin de controles que sin dudas se tornan algo verdaderamente digno de analizar, en donde las personas que hoy trabajan en esta área se llevan una ovación merecida.

Solamente en Chile se mueven al año alrededor de ocho millones de toneladas -desde aproximadamente diez años- y la base o estructura principal se ha mantenido prácticamente intacta. El outlet donde se localiza el mayor punto de distribución del ácido sulfúrico en Chile es Mejillones, que recibe aproximadamente cuatro millones de toneladas provenientes de Chile Central (desde las fundiciones de El Teniente y Ventanas de Codelco, y Chagres de Anglo American) y de Perú (Southern Peru y Nexa-Cajamarquilla). El resto de las importaciones proviene principalmente de Asia (Corea, Japón y China).

En este último tiempo, también hemos aprendido a optimizar la logística y el flujo del ácido se mantiene estable, en donde a pesar de que a veces las inclemencias del mal tiempo, marejadas y lluvias se hacen notar, el sistema sigue operativo y avanzando, con prácticamente una tasa muy baja o nula de accidentes que involucre a personas, ni detenciones que afecten el objetivo principal del uso del ácido, que es la producción de cobre.

[Debemos ser conscientes que dado el alto costo que implica la distribución del ácido, junto con un futuro que apunta a que seguirá al alza, tenemos que buscar cómo ser más competitivos y optimizar la cadena.]

 

Sin embargo, si hablamos de costos, es aquí donde nos debemos detener y pensar cuán eficiente u óptima es nuestra logística. Solamente la parte del cabotaje (1,8 mill ton/año), más usos de terminales, servicio de camiones o trenes nos lleva a pensar en una cifra sobre los US$100 millones. No menor son los costos extras por motivos de demurrage (costo extra cuando el barco queda a la gira a la espera de amarrar en puerto), o cambio de puntos de entregas, donde a veces situaciones no deseadas obligan a incurrir en mayores costos.

Adicionalmente, por norma medio ambiental del IMO 2020 con respecto a la regulación de contenido de azufre en los combustibles para transporte marítimo, se espera que se incremente de manera considerable el costo de flete a partir de fines de este año.

Por lo tanto, debemos ser conscientes que dado el alto costo que implica la distribución del ácido, junto con un futuro que apunta a que seguirá al alza, tenemos que buscar cómo ser más competitivos y optimizar la cadena. Hoy las mineras en Chile, al verse enfrentadas a un bajo precio del cobre, y un costo alto de producción dada la antigüedad de los yacimientos, nos dejan la tarea de poder buscar las mejores opciones frente a los nuevos tiempos.

Finalmente, en el pasado el foco de la logística del ácido era la efectividad. Evacuarlo desde la fundición, transportarlo y llegar oportunamente para su consumo. Hoy, eso está aprendido. El nuevo desafío y el foco está en la eficiencia, lo que sin duda hará la diferencia de quienes hoy participan en esta dinámica industria.

Claudio López

Es representante comercial del Departamento Químicos de Marubeni Chile.

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