La minería, que es el pilar fundamental de la economía chilena y de la sostenibilidad del desarrollo humano, se encuentra en un proceso de transformación permanente, impulsado por la creciente demanda mundial de minerales y presiones por una mayor sustentabilidad ambiental y convivencia con las comunidades. Para responder a estos desafíos, el Estado y la industria deben delinear, en conjunto, una estrategia que la conduzca hacia modelos productivos más eficientes, innovadores y sostenibles.
Es así como la digitalización y automatización se posiciona como un eje central de esta transformación, ofreciendo un amplio abanico de oportunidades. Tecnologías como la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas (IoT) y la robótica permiten optimizar procesos, mejorar la seguridad y reducir costos. Sin embargo, la implementación de estas tecnologías no está exenta de desafíos. La completa automatización de las operaciones aún enfrenta limitaciones debido a la complejidad de algunos procesos y a la falta de infraestructura tecnológica en ciertas zonas mineras, especialmente en la minería subterránea. Además, la creciente dependencia de sistemas digitales expone a la industria a nuevos riesgos cibernéticos, requiriendo la implementación de robustas medidas de seguridad.
La implementación de la transformación digital en la minería plantea diversos desafíos, entre los que destacan:
- Inversión y capacitación: Se requiere una inversión significativa en tecnología y en la capacitación de los trabajadores.
- Infraestructura tecnológica: La falta de conectividad y de una infraestructura digital robusta en algunas zonas mineras limita la adopción de tecnologías avanzadas.
- Adaptación organizacional: La transformación digital implica cambios profundos en los modelos de negocio y en la cultura organizacional.
Sin embargo, también representa una oportunidad sin precedentes para consolidar el liderazgo de Chile en la producción de minerales. Al adoptar tecnologías innovadoras, la industria minera puede mejorar su competitividad, reducir su impacto ambiental y mejorar las condiciones de trabajo.
Por otro lado, las pequeñas y medianas empresas (pymes) mineras emergen como agentes de cambio, aportando soluciones disruptivas y desafiando el statu quo. Su agilidad y capacidad de adaptación les permiten desarrollar tecnologías y modelos de negocio innovadores.
Para enfrentar estos desafíos y aprovechar las oportunidades, se hace necesario fomentar la colaboración público-privada, promoviendo la investigación y el desarrollo de tecnologías mineras; crear ecosistemas de innovación y apoyar el surgimiento de startups y pymes mineras; capacitar al talento humano e Invertir en la formación de profesionales especializados en tecnologías mineras y adoptar un enfoque gradual de implementación de la transformación digital de manera progresiva y adaptativa.
La transformación digital de la minería chilena es un proceso complejo y desafiante, pero también una oportunidad única para consolidar el liderazgo del país en este sector. Al aprovechar las tecnologías emergentes y fomentar la colaboración entre los diferentes actores de la industria, Chile puede construir un futuro minero más sostenible, eficiente y competitivo.

