La seguridad como pilar para el desarrollo de la minería y la inversión en Chile

Ene 30, 2025

"Si Chile aspira a seguir siendo un líder minero en el siglo XXI, debemos asegurar un entorno en el que la inversión, el trabajo y la innovación puedan florecer sin la amenaza constante de la delincuencia".

Chile ha sido, por décadas, un referente global en minería. Nuestro país no sólo se ha posicionado como líder en la producción de cobre y litio, sino que también ha sido un destino atractivo para las inversiones internacionales que ven en nuestra estabilidad política y económica un terreno fértil para el desarrollo de proyectos mineros de largo plazo. La minería no es sólo el motor de nuestro crecimiento; es el eje sobre el cual giran innumerables industrias proveedoras que generan empleo, innovación y dinamismo económico en todo el territorio nacional.

Sin embargo, este motor de desarrollo hoy enfrenta un desafío crucial: la delincuencia. El aumento de robos de insumos críticos, el ataque a transportes de carga, la inseguridad en las zonas de explotación y el crimen organizado que se ha infiltrado en diversas cadenas logísticas del sector son amenazas que ponen en jaque la confianza en Chile como un destino seguro para la inversión. La violencia no sólo afecta a las empresas mineras, sino también a sus trabajadores, a las comunidades cercanas y a todo el ecosistema de proveedores que depende de la estabilidad de la industria.

Si queremos fortalecer la minería y proyectar a Chile como un polo de inversión confiable para 2025 y más allá, debemos abordar con determinación el problema de la inseguridad. La solución no puede venir sólo desde el sector privado ni desde el Estado de manera aislada. Se requiere una coordinación efectiva entre el Gobierno, las empresas, las comunidades y las fuerzas de seguridad para diseñar un plan integral que permita erradicar las amenazas que hoy aquejan a la minería.

Es urgente reforzar las medidas de seguridad en las rutas mineras, modernizar la legislación para sancionar con mayor dureza los delitos que afectan a la industria, mejorar la tecnología de vigilancia en faenas y caminos, y fortalecer la colaboración entre los distintos actores para prevenir y denunciar eficazmente cualquier acto delictivo. La seguridad no es sólo un imperativo para la protección de la industria minera; es una condición indispensable para seguir atrayendo capitales y garantizando el crecimiento económico del país.

Si Chile aspira a seguir siendo un líder minero en el siglo XXI, debemos asegurar un entorno en el que la inversión, el trabajo y la innovación puedan florecer sin la amenaza constante de la delincuencia. La minería es, y debe seguir siendo, el motor de nuestras industrias. Pero para que ese motor no se detenga, debemos trabajar juntos, con firmeza y determinación, para devolver la seguridad y la confianza a todos quienes hacen posible esta gran industria. Este 2025 debe ser el año en que Chile demuestre que puede enfrentar este desafío y reafirmar su liderazgo global en minería.

Dominique Viera, presidenta de Aprimin

Presidenta de Aprimin

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