Muchas veces no hay claridad en los roles de los distintos actores en los procesos de innovación y espero que lo que sigue contribuya a ilustrar cómo se generan gran parte de las innovaciones en los proyectos de inversión. Para ello transmitiré algunas reflexiones provenientes de mi experiencia en grandes proyectos intensivos en capital.
Muchas veces escuchamos quejas de proveedores contra las mineras porque éstas no se abren a innovaciones en sus proyectos. La actitud de las compañías mineras no deja de ser razonable, toda vez que estas iniciativas son habitualmente intensivos en capital, y ¿qué sentido tiene arriesgar un proyecto en el que se ha invertido mucha plata, por una mejora marginal?
Sin embargo, en el competitivo mundo de los proveedores para la minería, éstos deben realizar ingentes esfuerzos para conquistar a sus clientes y lo hacen habitualmente proponiendo mejoras tecnológicas (léase innovaciones) que les proporcionan mayores barreras de entrada frente a sus competidores. En la práctica, la mayor parte de las innovaciones en proyectos industriales nace de iniciativas de los proveedores, que deben enfrentarse a la resistencia al cambio de sus potenciales clientes. Éstos, frente a las oportunidades de mejora que se les ofrecen, tienen que poner en la balanza el riesgo que corren, con el potencial de ganar en producción, costos, calidad, plazos o lo que sea, de acuerdo a los objetivos del proyecto en cuestión. La tarea del proveedor es la de demostrar que su innovación está suficientemente probada y que efectivamente aporta valor al proyecto, lo que debe ser en definitiva validado por el cliente. En ello juegan un importante rol los equipos técnicos del cliente y la empresa de ingeniería contratada para apoyarlo en su proyecto. Los proveedores proponen, la empresa de ingeniería, que debe ser totalmente independiente de intereses de los proveedores, recomienda, y el cliente decide.
Para introducir adecuadamente innovaciones es fundamental contar con contratos apropiados, en que el proveedor asuma los riesgos que esté en condiciones de asumir y en proporción a su negocio. Nada saca el cliente con exigencias leoninas que el proveedor no éste en situación de cumplir. Al contrario, sólo logrará echar a andar a los abogados y desviarse del objetivo. La empresa de ingeniería, por su parte, debe contar con un contrato que le permita dedicar el tiempo necesario para estudiar la propuesta del proveedor y que le posibilite recomendar con libertad y no bajo presión, en función de los mejores intereses de su cliente.
En este contexto, estimo que es un muy buen paso la reciente iniciativa de Corfo para la creación de espacios o centros de pilotaje en el país, pues puede ayudar a disminuir estos riesgos y dar pie para el desarrollo de una industria de alta tecnología en Chile, amén de impulsar la exportación de servicios de ingeniería.
Pero en definitiva, el riesgo principal lo asumirá siempre el cliente, quien sólo puede mitigarlo a través de estudios técnico-económicos y contratos adecuados.
A modo de síntesis, las principales innovaciones en proyectos de inversión provendrán generalmente de los proveedores de equipos, procesos o tecnología. Son ellos, producto de la competencia, la fuerza motora del cambio.