Inversión en I+D: Una obligación

Mar 27, 2023

Con fecha 28 de enero de 2023, fue promulgada la Política Nacional Minera 2050 (PNM-2050), que resume esfuerzos de coordinación de los 3 últimos gobiernos de Chile, en el que participaron más de 3.000 profesionales, con el aporte de decenas de instituciones y empresas, y para ese fin se realizaron más de 50 eventos (mesas, […]

Con fecha 28 de enero de 2023, fue promulgada la Política Nacional Minera 2050 (PNM-2050), que resume esfuerzos de coordinación de los 3 últimos gobiernos de Chile, en el que participaron más de 3.000 profesionales, con el aporte de decenas de instituciones y empresas, y para ese fin se realizaron más de 50 eventos (mesas, talleres, reuniones) cada una para tratar aspectos específicos.

Entre muchos conceptos relevantes, la PNM-2050 define que Chile debería alcanzar invertir sobre 0,5% del PIB Minero en I+D a partir de la próxima década y manteniéndose a la par con los países líderes mineros (hoy es menos del 0,1%). Considerando la producción minera estimada para esa época, sobre todo en cobre, más la media de los pronósticos de los precios de los metales, vale decir 7 MTCu @4 US$/lb Cu + 40% de otros metales y no metales (sobre todo Li), es razonable calcular una meta a 400 MUS$ por año en gastos/inversiones de I+D en minería, independiente de quién la haga.

Lo anterior complementa las facilidades que dio el Estado con fecha 10/01/2008 y modificada el 18/08/2018, cuando se promulgó la Ley 21.105 (antes 20.241), que permite a las empresas que gastan en I+D recuperar un 35% de lo gastado como crédito contra pago de impuestos a las utilidades.

En primer lugar, cuál ha sido y es la realidad…

Lamentablemente, la realidad nacional ha sido muy lenta en empezar a efectuar I+D en forma efectiva, eficiente y masiva. Ello a pesar que la minería constituye el 56% de las exportaciones, cerca del 10% de los ingresos finales e implica casi 1 millón de empleos directos e indirectos.

La única época dorada en I+D minero fue en la década del 90, con la formulación del convertidor CMT, que fue patentado y vendido a diversos países hasta que quedó obsoleto, probablemente porque no se continuó mejorando, y el curado ácido, que provocó un fuerte repunte de la minería hidrometalúrgica, con lixiviación en pilas más SX-EW, que incluso hizo caer el precio del cobre en los mercados.

También, en esa época se realizaron muchas innovaciones tecnológicas menores que no fueron declaradas como I+D, sobre todo en proyectos y operaciones de mediana minería, como ser flotación en Canadá, calentamiento de soluciones, otras.

Durante este siglo, la minería se ha caracterizado por priorizar la explotación/beneficio masivo (gigantismo de equipos), asegurar las inversiones con diseños estándares y conservadores y obviar las innovaciones salvo que sean estrictamente necesarias e incrementales (sin mayores nuevos procesos minero-metalúrgicos). Por tanto, tenemos una minería muy conservadora en tecnología y gestión.

En la actualidad, lo más novedoso que se está evaluando es la automatización de grandes equipos con tecnología de proveedores extranjeros y la digitalización/remotización de actividades con tecnología mixta (muy motivado por el Covid).

Pero en procesos minero-metalúrgicos del país son escasos los esfuerzos desplegados en nuevos procesos mineros, minería secundaria, tratamiento de concentrados en forma no tradicional, gestión de relaves, entre otros.

Las estadísticas de inversión efectivas en I+D minero no son precisas ni completas; en gran medida porque se requiere cumplir requisitos burocráticos tediosos para los ejecutivos para acreditar gastos en I+D. También porque Codelco no puede aplicar a los beneficios de la Ley 21.105, y en general porque la gran mayoría de los ejecutivos mineros tienen visión, metas y beneficios cortoplacista; mientras que el I+D sólo florece cuando los directorios, que tienen la obligación de sostener en el tiempo la empresa minera, definen la conveniencia de invertir en innovación. Como ejemplo, hoy día la gran mayoría de los proyectos mineros de litio utilizan sólo tecnología extranjera.

Como prueba de lo anterior, podemos listar todas las instituciones de desarrollo tecnológico estatal han cerrado, incluyendo el CIMM, INTEC, IM2, Biosigma, Codelco-Tech y varios intentos incipientes de carácter universitario.

Es destacable eso sí, la permanencia de instituciones como Fundación Chile, la Universidad de Concepción (más otras pocas universidades de comportamiento variable), el AMTC de la Universidad de Chile y también de CIMS-JRI, que está en su segunda década de desarrollo con actividades crecientes.

Lamentablemente, a juicio del expositor, todos los esfuerzos actuales de I+D en Procesos Metalúrgicos no llegan a significar más de 20 MUS$ al año en todo el Chile minero.

Pero esta situación puede cambiar, esencialmente ya que la PNM-2050 debería ser alcanzable, en particular porque se creará el concepto de obligatoriedad moral y estratégica de hacer más I+D dentro de las empresas mineras, por lo siguiente:

– El Estado, que es dueño de todos los metales que están bajo la corteza terrestre, está motivado a que la minería agregue más valor a lo que exporta, se creen más puestos de trabajo calificados y se colecten más impuestos directos e indirectos. Es así como el Estado se ha comprometido a mejorar su ordenamiento jurídico/regulatorio para favorecer una minería más sustentable, que incluya la minería secundaria polimetálica y la exportación de productos mineros con mayor valor agregado.

– Las empresas mineras privadas deben velar por mantener la “licencia social para operar” y una empresa minera proactiva en innovación siempre será más respetada y protegida por el público educado. Las empresas mineras buscarán evitar la calificación de “extractivista” y deberán considerar esfuerzos efectivos en procesos de sustentabilidad de largo plazo, que implicarán siempre desarrollos I+D en procesos.

– La minería estatal está obligada, tanto por la antigüedad de sus yacimientos e instalaciones, así como por la baja productividad de sus operaciones, a efectuar innovaciones que permitan reducir costos, mejorar eficiencias, aumentar rentabilidad, etc.

– La cantidad y capacidad de los profesionales mineros es reconocida a nivel mundial (somos el único país con nacionalización minera exitosa), a ello se agrega que 16 universidades tienen carreras orientadas a la minería y antes que termine la década tendremos más de 500 egresados/año, profesionales aptos para trabajar en el campo minero, que hoy no pueden caber totalmente en el mercado tradicional.

Por todo lo anterior, es destacable que la meta de inversión en I+D de lograr acreditar un 0.5% del PIB minero parece ser necesaria y es totalmente alcanzable.

Qué ganaría el país si se logra mejorar el I+D minero:

– Aumentaría la minería secundaria desde ser menos del 1% del PIB minero hasta llegar sobre el 10% (similar a países como Australia y Sudáfrica).

– Permitiría exportar más de 80% de sus productos como metales refinados (o incluso productos intermedios en el caso del Litio) y no como concentrados a granel.

– Posibilita definir manejo de residuos mineros sin afectar el medioambiente y social de zonas pobladas que han sido afectados por la minería.

– Desarrollar el sector de proveedores de la minería, quienes son capaces de exportar el conocimiento y tecnologías desarrolladas a través del I+D pudiendo ser reconocidos como un país que puede exportar minería más que minerales, como es el caso de Australia y los países escandinavos.

En resumen, el Estado definió una meta razonable de inversión en I+D (0.5% del PIB minero) y debemos ser los profesionales de la minería que presionemos a los gobiernos de turno, la industria, la academia y los inversionistas para lograr alcanzar dicha meta que a largo plazo nos beneficia a todos.

Juan Rayo Prieto, gerente general interino, JRI Ingenieria S.A

Gerente general interino, JRI Ingenieria S.A

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