Resulta fundamental para el desarrollo de las operaciones mineras la incorporación de diferentes tecnologías que permitan mejorar y optimizar los diferentes procesos, siendo algunos sumamente complejos. Una de las herramientas que hoy se está utilizando para obtener mejores resultados son los sistemas de control de procesos de flota, que interactúan en tiempo real con mecanismos de comunicaciones, percepción (sensores), redes, posicionamiento (GPS), informática y matemática (modelos).
Estas aplicaciones utilizan una serie de algoritmos matemáticos cuya función principal es optimizar la asignación de camiones a distintas rutas de transporte de acuerdo a la realidad de la mina en cada momento, evitando gastos innecesarios por falta o exceso de vehículos, asignaciones erróneas, falta de alimentación a los chancadores, entre otras desventajas.
¿Por qué son importantes estos sistemas? Los beneficios que producen son variados, pero destacan principalmente porque buscan incrementar la productividad de la flota y de la carga del transporte mediante una administración inteligente, generando una reducción en los tiempos muertos y generando reportes en tiempo real. El objetivo es equiparar las capacidades de los equipos de transporte, de tal manera de maximizar en conjunto al equipo de trabajo entre las palas y los camiones, y así maximizar la producción.
En Chile la implementación de estas tecnologías puede generar una reducción de los costos del 4%, y a nivel mundial el promedio de optimización es cercano al 10% una vez que el sistema está en funcionamiento. Estas aplicaciones, que apuntan a mejorar la producción de los equipos de carguío y transporte, además pueden controlar las actividades de, por ejemplo, las perforadoras y los cargadores de los equipos de apoyo, y disponen de herramientas de GPS de alta precisión que están orientados al control de la calidad en las zonas de carguío, así como en las mallas de perforación que cuentan con sistemas de detección de sustancias peligrosas entre los equipos.
A fin de cuentas, la incorporación de la tecnología en las operaciones mineras produce beneficios a todo el ecosistema reduciendo las demoras por errores de instrucciones, lo que a su vez produce un aumento en la producción y disminución de costos. Sin duda en el futuro se seguirán creando nuevas aplicaciones para mejorar los procesos, pero lo importante es avanzar de la mano de la digitalización.