Debate constitucional del agua: ¿Cómo afecta a la minería?

May 3, 2022

Como ingeniero y académico dedicado al sector minero, puedo decir con propiedad que la disponibilidad del recurso hídrico es esencial para el desarrollo de gran parte de la minería que tenemos en el país. Simplemente, sin ella es imposible producir (al menos en el futuro previsible). Es cierto que en los últimos años la industria […]

Como ingeniero y académico dedicado al sector minero, puedo decir con propiedad que la disponibilidad del recurso hídrico es esencial para el desarrollo de gran parte de la minería que tenemos en el país. Simplemente, sin ella es imposible producir (al menos en el futuro previsible).

Es cierto que en los últimos años la industria ha innovado mediante la utilización de agua de mar y ha mejorado muchísimo en el uso eficiente de este recurso. Por ejemplo, en promedio más de tres cuartas partes del agua que utiliza la industria es recirculada a sus procesos productivos. Sin embargo, independiente de estas mejoras, el abastecimiento seguro y continuo de este recurso nunca dejará de ser fundamental para el desarrollo de la minería.

En este sentido, las propuestas de modificación a la regulación del agua que han surgido del trabajo de la Convención Constitucional han generado incertidumbre y preocupación en el sector.

Para una parte importante de la gran minería, la regulación de los derechos de agua continentales no debería ser tan crítica a mediano-largo plazo. Esto porque las empresas del sector se han comprometido a disminuir significativamente su consumo desde estas fuentes dentro de los próximos años; y están y seguirán invirtiendo fuertemente por cambiar el uso de agua continental por agua de mar (por ejemplo, algunas operaciones como Minera Escondida, la mayor productora de cobre del mundo, se abastecen hoy en un 100% desde el mar). No obstante, para realizar los estudios y las inversiones requeridas que viabilizarán esta transformación en toda la industria, se requiere tiempo y la participación constructiva del Estado y la sociedad civil.

Por otro lado, una situación totalmente distinta es la que enfrentan la mediana y pequeña minería -y algunas operaciones marginales de la gran minería-, las cuales no pueden costear la desalación y bombeo de agua de mar para alimentar sus operaciones. En estos casos, como sociedad deberemos ser creativos y buscar soluciones de largo plazo que satisfagan las necesidades y requerimientos de todos los actores involucrados, ya que estas empresas contribuyen significativamente al desarrollo de las comunidades en las que están insertas.

Adicionalmente, creo que es muy importante destacar que a la gran minería sí le pueden afectar algunas propuestas que han surgido del debate constitucional respecto del agua. Por ejemplo, en la discusión ambiental se ha hablado de restringir o descartar el uso de agua de mar o la producción de agua desalada para usos industriales. Y hay otras, bastante particulares por cierto, que buscarían limitar o prohibir la propiedad sobre el agua desalada producida, o que ésta no pertenezca a la empresa que la produjo sino al Estado, y que por tanto este último pueda establecer prioridades para su uso. Cualquiera de estos escenarios podría impactar fuertemente a la minería.

Por último, remarcar que es muy necesario mejorar el conocimiento sobre los impactos ambientales, sociales y económicos del uso de agua de mar y la producción de agua desalada para viabilizar su escalamiento en forma significativa, tanto para consumo humano como industrial. Para avanzar en esto, la minería está llamada a ser el sector que lidere este proceso, por sus capacidades tecnológicas y relevancia económica para el país. Sin embargo, iniciativas como las planteadas en el párrafo anterior obviamente que no dan la seguridad suficiente para invertir en el estudio e implementación de fuentes alternativas de suministro de agua (¿quién estaría dispuesto a invertir grandes cantidades para que al final sea el gobierno de turno quien decida el uso que se le da al agua producida?), y podrían terminar afectando tanto la capacidad de producción actual y el desarrollo futuro de la minería, como al desarrollo sustentable del país.

José Joaquín Jara, Académico del Departamento de Ingeniería UC.

Académico del Departamento de Ingeniería UC.

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