Chuqui: 100 años de historia ¿Cuántos de futuro?

Jul 7, 2015

Tal vez haya llegado el momento de solicitar una opinión externa y experta sobre el escenario que deberá afrontar Codelco en el próximo quinquenio, dada su complejidad y relevancia para la empresa y el país.

El 18 de mayo recién pasado se cumplieron 100 años desde que se puso en marcha la Planta Termoeléctrica de Tocopilla y los procesos de extracción de cobre en Chuquicamata, aunque la mina ya había iniciado sus operaciones a gran escala unos años antes. Había nacido un gigante, cuyo centenario se celebró en grande en el deshabitado campamento, que abrió sus puertas a miles de chuquicamatinos.

Un emotivo y brillante recuento musical de Los Pampinos, visitas a la iglesia El Salvador, paseo y desfiles en la plaza, show artístico y fuegos artificiales fueron parte de una muy bien organizada celebración, destacando el discurso de la Presidenta de la República y su firma de la declaración del casco histórico de Chuquicamata como zona típica.

También se expuso y destacó el mayor reto que deberá enfrentar Chuquicamata: transformarse de ser la mina a rajo abierto más grande del mundo a una de las mayores minas subterráneas hacia 2025, con lo cual habría Chuqui para otros 50 años. Mensaje optimista y esperanzador, no exento de grandes desafíos.

[Se ha declarado que Codelco emitirá más deuda, aceptando un deterioro transitorio de su clasificación crediticia, situación que sería revertida cuando los proyectos estructurales aporten su esperada producción y con ello ingresos adicionales]

En efecto, este proyecto de US$4.200 millones contempla obras subterráneas nunca antes excavadas en Chile, como dos piques de 918 m de profundidad y 11 m de diámetro, además de rampas de gran sección y alta pendiente; tecnologías pioneras, como hundimiento de macro bloques y preacondicionamiento hidráulico de la roca; desafíos no totalmente resueltos, como el control de la dilución en la zona de la falla Oeste; abastecer la concentradora durante la etapa de transición, estimada en ocho años, y mantener su continuidad de marcha y niveles de eficiencia en esta planta que ya cumplió 63 años.

Todos estos desafíos, la mayoría heredados, deberán ser abordados y resueltos por la actual administración para que Chuqui siga aportando por varias décadas más. Pero para que ello ocurra, antes habrá que enfrentar exitosamente el difícil escenario de la mina y Codelco en el próximo quinquenio, caracterizado por el descenso de la ley y el desarrollo de la llamada fase 46 en una zona de riesgo de derrumbes; agotamiento de los recursos lixiviables de Mina Sur y RT; atrasos y aumento de la inversión en los proyectos Nuevo Nivel Mina Teniente y Andina 244; hacer factible el proyecto Inca; cumplir con la nueva exigencia ambiental en las fundiciones, entre los principales retos. Si a ello se agrega un escenario de precio deprimido del cobre y la permanente lucha de reducir costos y mejorar la productividad, no se ve nada de fácil la tarea en el corto y mediano plazo.

Recién se ha declarado que Codelco emitirá más deuda, aceptando un deterioro transitorio de su clasificación crediticia, situación que sería revertida cuando los proyectos estructurales aporten su esperada producción y con ello ingresos adicionales. Es de esperar que así sea, aunque la historia de cumplimiento de presupuestos y plazos de la empresa en sus proyectos no avalan tal declaración.

Tal vez haya llegado el momento de solicitar una opinión externa y experta sobre el escenario que deberá afrontar Codelco en el próximo quinquenio, dada su complejidad y relevancia para la empresa y el país.

Sergio Jarpa G.

Presidente de Voces Mineras A.G.

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