¿Qué pasó con el Cimm?

Jul 8, 2014

En diversos foros y medios sectoriales las actuales autoridades del Ministerio de Minería han manifestado su disconformidad con el cierre del Cimm, por lo que me ha parecido oportuno explicar el devenir de esta entidad.

En diversos foros y medios sectoriales las actuales autoridades del Ministerio de Minería han manifestado su disconformidad con el cierre del Centro de Investigación Minera y Metalúrgica (Cimm), organismo creado en 1971 y cuyo objetivo era hacer investigación relacionada con los procesos de extracción y beneficio de minerales, por lo que me ha parecido oportuno explicar el devenir de esta entidad hasta su reciente disolución.

Para entender la evolución del Cimm es importante conocer su historia y el desarrollo de la minería nacional. Durante el periodo 1970-1990 comienza la explotación de yacimientos de cierta complejidad debido al tamaño, requiriendo de innovaciones tecnológicas y nuevos procesos productivos para su explotación, lo que justificó la creación de este centro.

Durante 1990-2000 se inicia el desarrollo de la minería privada, a través de la explotación de grandes yacimientos, generándose un aumento exponencial de la producción de cobre, mientras que el Cimm empieza a tener dificultades para adaptarse a los nuevos requerimientos de la industria, lo que se evidencia en problemas para mantener su operación y retener a sus reputados investigadores. Lo anterior se acentúa por la pérdida de los contratos de investigación con Codelco (que crea su propia empresa de innovación y desarrollo) y Enami en 1995. Como consecuencia de ello, el Cimm amplía su giro y comienza a prestar servicios a través de Cimm T&S, alejándose de sus objetivos fundacionales de hacer investigación, cambiando el foco original hacia uno de índole comercial.

A partir de 2000, que coincide con el periodo en que Chile se posiciona como el principal productor de cobre del mundo, el Cimm, debido a que su orientación comercial no rinde los resultados esperados, sumado a su falta de financiamiento, queda relegado a un segundo plano. Este debilitamiento y desperfilamiento progresivo lleva a que, a partir de 2011, el consejo del organismo decida enajenar, a través de licitaciones públicas, la empresa Cimm T&S y su terreno, entre otras medidas.

Las condiciones y el escenario inicial que enfrentó el Cimm cambiaron drásticamente. Durante los últimos 20 años pasó de ser el único ente encargado de la investigación en minería, a una institución que fue perdiendo terreno frente a otros actores del sector, tales como universidades, centros de excelencia y las mismas empresas mineras. El Cimm venía experimentando un proceso de extinción natural y a su consejo solo le correspondió constatarla.

Actualmente el proceso de disolución del Cimm se encuentra en su fase terminal, con lo cual los cerca de $20.000 millones en activos financieros quedarán disponibles en las arcas fiscales con el mandato legal de ser destinados a fines análogos, esto es, a investigación y desarrollo en minería. En este contexto, la mirada de las actuales autoridades del Ministerio de Minería debiera estar puesta en el futuro y no en el pasado. Hoy nadie duda de la importancia de la innovación para mejorar la productividad minera nacional, por lo que los esfuerzos ministeriales debieran enfocarse en llevar adelante un plan en ese sentido, mediante el aporte y visión de los distintos actores públicos y privados del ecosistema de la innovación. El nombramiento y convocatoria del Consejo Consultivo para la Innovación y Productividad en la Minería que nos correspondió crear puede ser un buen punto de partida. El diagnóstico y los recursos están, solo faltan las propuestas.

Francisco Orrego, consultor de empresas y ex subsecretario de Minería

Francisco Orrego B. es consultor de empresas y ex subsecretario de Minería

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