La incertidumbre de la economía a nivel internacional y especialmente la volatilidad del precio de los commodities continuarán, y eso hace que en la industria exista una tendencia a pensar que el cobre seguirá transándose a los niveles actuales por bastante tiempo más, haciendo que lo que resta de 2016, en 2017 y muy probablemente en todo 2018 vivamos un mercado similar a lo que hemos visto en los primeros meses de este año.
La consecuencia es que tanto las empresas mineras, proveedoras, de ingeniería, de construcción y montaje, la industria manufacturera, como en general la economía del país se vean impactadas en sus resultados. Este nuevo escenario está mostrando menores tasas de crecimiento e inversión en nuestro país, afectando también a otros ámbitos como el Presupuesto Nacional y las Políticas Públicas del Estado, lo que influye directamente en las expectativas de bienestar y calidad de vida de los chilenos.
Chile es el mayor productor de cobre a nivel mundial, sin embargo, esto no es suficiente. Siendo la oferta y la demanda las que establecen el precio, nuestra principal acción está en gestionar los costos. En línea con esta realidad, las empresas asociadas en Aprimin, estando directamente relacionadas en toda la cadena de valor de la minería, hemos definido ejes estratégicos, con el objetivo de mejorar la productividad en suministros, procesos y servicios especializados, lo que ha traído como consecuencia importantes reducciones de costos.
Para ello es que en Aprimin tenemos las comisiones de “Homologación”, “Sustentabilidad”, “Innovación y Tecnología” y de “Productividad y Racionalización de Costos”, con planes de acción que aportan, entre otros, a contribuir a la productividad, excelencia operacional y sustentabilidad de la industria.
Para llevar adelante cada una de estas iniciativas se requiere contar con personal competente, que pueda operar en un entorno de creciente tecnologización y exigencias de alto grado de productividad. Con este propósito, nuestra Corporación Educacional Aprimin ha participado activamente en la elaboración de las mallas de formación de capital humano relevantes para nuestra industria y colabora, junto con otros importantes referentes, a promocionar la importancia que la educación técnica tiene para la actividad minera, para los proveedores y para el país. Recientemente firmamos un protocolo de acuerdo con el Consejo de Competencias Mineras (CCM) del Consejo Minero, cuyo objetivo es abordar, en forma conjunta y coordinada, la adecuación necesaria entre la demanda del mercado laboral minero y la oferta de formación, tanto en términos cualitativos como cuantitativos.
Los proveedores, en su rol de colaboración y como parte activa de la cadena de valor de la minería, tenemos el compromiso de hacer de la industria minera una actividad fuerte y desarrollada, ya que ella seguirá siendo por las próximas décadas la principal generadora de divisas para el país, fuente de empleos de calidad y un amplio campo para la innovación e incorporación de nuevas tecnologías.
Sin embargo, creemos necesario crear conciencia que todos los actores involucrados en este sector tenemos que avanzar en mejoras de productividad, hacer la minería sustentable y que ésta sea reconocida como cercana y atractiva por el ciudadano común, logrando que el encadenamiento productivo de nuestra industria sea uno de los pilares virtuosos y relevantes del crecimiento de Chile.