
Proyecto NuevaUnión da pasos anticipados para obtener la legitimidad social
Nacida tras la combinación de El Morro, de Goldcorp, y Relincho, de Teck, esta iniciativa se alista para iniciar sus estudios de prefactibilidad en octubre. Mientras tanto da sus primeros pasos de relacionamiento temprano con las comunidades.
“Tenemos un proyecto económicamente factible, ambientalmente amigable y desde el punto de vista social, no sólo aceptable, sino que beneficioso para la comunidad local de la provincia del Huasco y ojalá también para toda la gente de Copiapó”, dice con entusiasmo Petri Salopera, gerente de Sustentabilidad de NuevaUnión, iniciativa minera de oro y cobre, anteriormente conocida como Corredor, fruto de un joint venture entre los proyectos El Morro, de Goldcorp, y Relincho, de Teck.
Su optimismo se basa principalmente en el proceso de relacionamiento temprano con las comunidades aledañas al proyecto, al que están apostando para lograr su legitimación social y evitar situaciones como la ocurrida con El Morro, que se vio paralizado por un dictamen de la Corte Suprema, que revocó la calificación favorable otorgada por la Comisión Ambiental Regional de Atacama.
Con ese antecedente, Salopera reconoce que “la complejidad de este proyecto viene por el lado social. El Morro dos veces tuvo sus permisos ambientales y dos veces dichos permisos fueron desafiados en la Corte Suprema, por lo tanto, aprendimos nuestra lección, nos dimos cuenta que hay que construir una relación con las comunidades vecinas, no solamente para conseguir un permiso, sino que también pensando que nuestra mina va a operar mínimo durante los próximos 30 años. Tener vecinos que no están de acuerdo con el proyecto, no tiene mucho sentido”.
Dicha visión fue expuesta por Salopera durante una actividad donde se presentó este proyecto, organizada en Santiago por la Cámara Chileno Canadiense y que contó también con la participación del director del Proyecto Nueva Unión, Mike Hubbard. Este último expuso sobre el estado actual y desafíos ambientales involucrados, así como los beneficios de la iniciativa conjunta, destacando el menor consumo de energía que implicará, el uso de agua de mar (en un 100%) y el enfoque participativo por tratarse de un joint venture 50/50 entre Teck y Goldcorp.
Prefactibilidad y EIA
Entre los aspectos destacados de la jornada, Petri Salopera adelantó que en octubre partirían los estudios de prefactibilidad del proyecto, luego de los primeros pasos de lo que será el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), que incluyó una participación temprana de las comunidades desde fines de agosto último.
Según detalló Salopera a MINERÍA CHILENA, se estima que la realización de los estudios de prefactibilidad se extenderá hasta el tercer trimestre de 2017. “La participación anticipada (de las comunidades) nos va a permitir crear espacios de participación reales y esperamos que nos vaya bien. Tenemos toda la disponibilidad de poder dialogar sobre estos temas en procesos que van a tomar su tiempo, pero que pensamos van a ser exitosos”, aseveró.
A juicio del gerente de Sustentabilidad –antropólogo de profesión–, hay que tener una relación diferente con las comunidades vecinas. “Tenemos más de 40 comunidades Diaguitas y en los últimos años han estado creciendo fuertemente”, observó.
En el plano comunitario, hizo ver que entre las ventajas del proyecto se encuentra el compromiso que asumieron de empezar a invertir en educación y capacitación. “Es una etapa temprana que nos permite educar a los jóvenes en minería, entrenar a los adultos que hoy están disponibles y trabajando en otras industrias de la provincia, y también ‘repatriar’ a la gente que hoy trabaja en otras operaciones mineras en Antofagasta e Iquique, para que estén más cerca de sus familias en la provincia del Huasco. Por lo tanto, pensamos que tenemos una propuesta de empleo y del punto de vista de las oportunidades de los negocios para las empresas locales”, señaló.
Asimismo, sostuvo que la huella ambiental va a ser muy reducida en comparación con la que habrían tenido los proyectos por separado. “El gran cambio en comparación con el proyecto El Morro será la ubicación del tranque de relaves, que se sacará de la cuenca del Río Huasco y se localizará en una quebrada cerrada, donde la actividad agrícola es menor”, indicó.