
Mercado del ácido sulfúrico: Del déficit al equilibrio
Este insumo, utilizado en la lixiviación de minerales, ha registrado una tasa de consumo sostenidamente creciente en Chile. Si bien un gran porcentaje se importa, a fines de 2020 podría haber una relación más nivelada entre oferta y demanda.
Definido como un insumo estratégico para la minería del cobre, debido a su utilización en el proceso de lixiviación de minerales y la producción de cátodos SX-EW, el ácido sulfúrico es uno de los principales ingresos financieros como subproducto que tienen las fundiciones en nuestro país.
Consumido en Chile por la industria minera hidrometalúrgica, y en menor grado por la de celulosa y química, el ácido sulfúrico atraviesa un escenario de déficit estructural que ha sido atendido con importaciones desde Perú, Japón y Corea del Sur.
En este sentido, el informe denominado “Mercado chileno del ácido sulfúrico proyectado al año 2022”, de la dirección de Estudios de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), plantea que en 2012 sus importaciones ascendieron a 3,27 millones de toneladas, por un valor de US$412,8 millones, con un valor promedio CIF de 128,6 US$/ton, US$10 más que en 2011, aunque en el primer semestre de 2013 se presentó una tendencia declinante del valor unitario.
Según la entidad, debido a la paulatina degradación de la calidad de los recursos lixiviables, la minería del cobre ha presentado una tasa de consumo de ácido sulfúrico sostenidamente creciente. “Es así como en 2012 consumió 4,06 toneladas de ácido por cada tonelada de cátodo SX-EW producido, frente a una tasa de 2,8 ton registrada en 2003”, reporta.
El vicepresidente de Optimización de Activos de Anglo American, Rodrigo Subiabre, indica que el consumo de ácido sulfúrico en Chile supera levemente los 8 millones de ton anuales, de los cuales 5,5 millones de ton se producen en nuestro país y el resto se importa.
Consultado al respecto, Codelco considera que el ácido sulfúrico “ha permitido, a través del proceso hidrometalúrgico, un sostenido crecimiento de la producción nacional de cátodos de cobre, que llegó en 2013 a 2 millones de toneladas de cátodos SX-EW, proyectándose para 2014 una producción nacional récord, cercana a los 2,1 millones de ton de cátodos SX-EW.
En los años siguientes se observa una leve tendencia a la baja en las operaciones de lixiviación, fundamentada en menores leyes de los minerales de cobre”.
Cabe señalar que la cuprífera nacional es la principal compañía consumidora de ácido sulfúrico en el país, a través de sus operaciones de Chuquicamata, Radomiro Tomic, Andina, Salvador y El Teniente.
Escenario actual y futuro
En Chile el cobre se encuentra usualmente en forma de sulfuros y óxidos.
Los primeros se ubican en las zonas más profundas de los yacimientos tipo porfídicos y son procesados generalmente mediante pirometalurgia; de estos procesos se obtiene en forma residual ácido sulfúrico, explica el ingeniero civil matemático y profesor de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, Manuel Reyes-Jara.
En tanto, los óxidos se localizan en zonas más superficiales y son procesados con la técnica hidrometalúrgica de lixiviación, en la que se requieren grandes cantidades de ácido sulfúrico. “Es decir, un proceso genera ácido y el otro lo consume”, acota el académico, precisando que “actualmente la producción de ácido sulfúrico que generan los procesos pirometalúrgicos no alcanzan a cubrir la demanda que imponen los procesos hidrometalúrgicos en el país, teniendo que comprarse principalmente al extranjero en torno al 40%”.
Para Reyes-Jara este año no se vislumbra un cambio significativo en el déficit estructural de ácido sulfúrico existente. Sin embargo, advierte que para el largo plazo pueden presentarse cuatro efectos: el primero es un agotamiento de las zonas oxidadas en los yacimientos, por lo que “resulta natural que sean reemplazadas por las más sulfuradas, que se encuentran más profundas.
Esto implica que la demanda por ácido sulfúrico debiera decrecer, mientras que la oferta de las actuales minas con procesos pirometalúrgicos sobre mineral sulfurado debiera aumentar”.
El segundo efecto apunta a que en el mediano plazo las leyes de los óxidos irán bajando, por lo que se requieren mayores cantidades de ácido sulfúrico. En tercer lugar, identifica una mejoría en los procesos pirometalúrgicos y que, debido a una eficiencia económica o ambiental, se “ha ido generando una mayor recuperación de ácido sulfúrico en los procesos pirometalúrgicos, quedando disponible para satisfacer la demanda hidrometalúrgica”, explica.
Como cuarto punto destaca el interés comercial que ha surgido por la producción voluntaria de ácido sulfúrico ante al déficit presente, todo lo cual derivaría en un equilibrio en el mercado hacia fines de 2020.
Un análisis similar realiza Cochilco, al plantear que en el periodo 2013 a 2015 las operaciones hidrometalúrgicas actuales mantendrían su impulso y llevarían al máximo el consumo de ácido en 2014, para luego iniciar su natural declinación. Por el lado de la oferta, el organismo señala que las fundiciones tendrán incrementos en su producción, superando dificultades que se han presentado en los últimos años. “El resultado es que el balance se mantendrá en agudo déficit sobre los 2,5 millones de toneladas” hasta 2015, señala la entidad, previendo que este se atenuaría hacia 2016- 2018, “por la declinación del consumo en las actuales operaciones y una mayor producción de ácido”.
Durante este lapso se manifestará la eventual salida de varias operaciones de lixiviación. Entre ellas, “Collahuasi, Michilla, Mina Sur (Chuquicamata), Salvador y Mantoverde contemplan planes potenciales de prolongación de actividades y con ello continuar con su consumo de ácido, aunque a niveles de menor magnitud”, indica el informe de Cochilco.
Más a largo plazo, hacia 2019 y 2022, la Comisión señala que es el periodo más incierto y abierto a diferentes alternativas, no obstante hace ver que ya a partir de 2016 se apreciaría una tendencia de disminución del déficit estructural en el mercado chileno del ácido sulfúrico.
Proyección de precios
Para Dirk van der Werff, gerente general de la empresa Holtec, los precios del ácido que se proyectan para 2014 se sitúan entre US$60 y US$80 por tonelada, por lo que este año “no variaría mucho el escenario, considerando la producción y consumo esperados. Por su parte, el precio del azufre también ha bajado y en el mercado internacional este influye en el costo del ácido. Lo que suceda después dependerá del desarrollo económico mundial, sobre todo del crecimiento de China, en menor medida de India y la recuperación de Estados Unidos”, explica.
En tanto, Rodrigo Subiabre, de Anglo American, proyecta que el precio del ácido se mantendrá este año “en un equilibrio entre US$60 y US$100 por tonelada, regulado interna y externamente. El precio está ampliamente indexado al precio del cobre debido a que el principal consumidor es el proceso de lixiviación”.
En tanto, Manuel Reyes- Jara sitúa el precio del ácido en torno a los US$105,3 por tonelada, mientras que Codelco espera para este año “un precio menor al de 2013, lo cual conlleva un beneficio importante en los costos de producción de muchas compañías mineras”.
A juicio de la estatal, los dos factores que influirán en el precio futuro del ácido son: el menor consumo por el agotamiento de los recursos minerales lixiviables, y la caída de la ley de cobre en los minerales, que obligará a aumentar el consumo de ácido por tonelada de cátodo.
Recuadro
China: foco de atención
China es uno de los principales focos de desarrollo de la industria de ácido sulfúrico, registrando en 2013 un incremento en su consumo de este producto a nivel industrial, el cual se destinó en gran parte a la fabricación de fertilizantes. Asimismo, el año pasado se produjo un exceso de oferta en este país, que obedeció a la puesta en marcha de nuevas capacidades de producción.
Los datos son del vicepresidente de la empresa china JiangXi Copper, Wu Juneng, quien intervino en el Tercer Seminario de Ácido Sulfúrico organizado por Cesco y CRU.
Según el ejecutivo, las principales fundiciones han debido ajustar sus inventarios, previéndose para este ejercicio un ligero incremento en la producción de ácido, al igual que en la tasa de fundición de cobre.
Del mismo modo, pronosticó un alza en los niveles de exportación de ácido, debido a una mejora en los aranceles de envíos y a un incremento de la demanda por parte de India.