
Compañía minera San Gerónimo: Preparada para crecer
Perteneciente a la familia Rendic, esta compañía de la Región de Coquimbo finalizó en 2013 un ambicioso plan de inversiones, que le da una base para iniciar una etapa de mayor producción.
La compañía ha ido posicionándose dentro de la reglón y está más que consolidada, por lo tanto, lo que viene ahora es crecer”. Con esa afirmación el director y copropietario de la Compañía Minera San Gerónimo, Yerko Rendic, describe el presente y hoja de ruta de esta empresa, con casa matriz en Coquimbo.
En 2007 inició un plan trianual de inversión por US$110 millones, que involucró la ampliación de las minas y la expansión de la planta de concentrado desde una capacidad de 30.000 toneladas al mes de mineral hasta 120.000 ton/ mes. Con esta base, este año la Arma está concentrada en optimizar sus procesos, destaca el ejecutivo. Las operaciones de Compañía Minera San Gerónimo, cuyas reservas y recursos totalizan 37 millones de ton de mineral de cobre y plata, se centran en dos divisiones. La primera, denominada Talcuna, está ubicada en la quebrada de Marquesa, a 72 km de La Serena, y sus principales yacimientos son las minas subterráneas 2001 y 21 de Mayo, junto a la mina a rajo abierto Tugal. La segunda es Lambert, emplazada en la quebrada El Romero, 22 km al noroeste de La Serena.
La división Talcuna produce concentrado de cobre procesado en la planta recientemente ampliada, lo que le permitirá alcanzar una producción de alrededor de 13.000 ton de cobre fino equivalente al año, detalla el gerente general de San Gerónimo, Juan Carlos Sáez. En tanto, la división Lambert, cuya planta está en fase de crecimiento, produce 10.500 ton anuales de sulfato de cobre pentahidra- tado grado alimenticio.
En 2013 Talcuna bordeó una producción de 10.100 TM de cobre fino y superó levemente las 500.000 onzas de plata. Por su parte, Lambert produjo cerca de 9.000 ton de sulfato de cobre.
“Ya tenemos una buena base de profesionales y una base económica sólida, por lo que ahora estamos intentando atravesar la siguiente etapa, que es llegar a las 25.000 ton de cobre fino, lo que puede ser en el siguiente quinquenio”, adelanta Sáez.
En ese marco, el gerente general explica que la minera está orientada a dos polos de crecimiento: al negocio del concentrado de cobre y al de las sales de cobre.
En el primero están “explorando y tratando de encontrar más recursos geológicos, nuevos negocios y nuevas minas en la región”, dice. Mientras en el caso del sulfato de cobre, hace ver que están “dentro de los mejores del mundo en calidad de producto”. Este último se destina a alimentación animal “y además generamos una batería de nuevos productos con el lanzamiento de un fungicida para la agricultura”, acota.
Según el ejecutivo, las proyecciones de la empresa apuntan ahora a elevar la capacidad de la concentradora desde 120.000 ton/mes a 150.000 ton/mes hacia 2016, mientras que para la división de sulfato esperan la consolidación de su nuevo fungicida (Agro- cooper), “que nos permitirá entrar en el mercado de los fungicidas a nivel internacional”, comenta.
Actualmente el 80% de la producción de sulfato de la compañía es vendido al extranjero, y en un mayor porcentaje se exporta a países europeos: Inglaterra, España, Holanda y Alemania. Asimismo, realizan envíos a Estados Unidos, Canadá y Sudamérica, desde Argentina hasta Venezuela. “También exportamos a Australia y Turquía. En resumen, tenemos 20 países a los cuales llegamos con nuestro sulfato”, precisa Sáez.
El concentrado lo venden a la Empresa Nacional de Minería (Enami), entidad “que lo destina a fundiciones chinas”, indica.
Dotación y equipamiento
Hoy Minera San Gerónimo cuenta con una dotación de 784 trabajadores directos y 400 contratistas. Según el gerente de Recursos Humanos, Juan García, de la actual dotación de trabajadores directos aproxima damente un 25% proviene de pequeñas localidades cercanas a las divisiones de la compañía, principalmente de los poblados de Marquesa, Nueva Talcuna y Lambert, que se ubican en el eje La Serena-Vicuña. Asimismo, se han incorporado a la empresa profesionales extranjeros, como geólogos e ingenieros en minas provenientes de Perú y Rumania.
En equipamiento, la compañía cuenta, entre otros, con una planta de chancado Sandvik, tres molinos 9 x 12, molinos de remolienda 7 x 7, celdas de flotación Outotec, un espesador de la misma marca y espe- sadores de relave y filtros de prensa. En su división Talcuna posee ocho cargadores, diez compresores, once generadores, siete scoops, siete jumbos, cinco sondas, tres acuñadores, dos excavadoras, una retroexcavadora, un bulldozer, un manipulador y un mini cargador. En la división Lambert, opera con siete cargadores frontales, seis compresores, seis camiones, cinco generadores, cuatro excavadoras, cuatro perforadoras, dos grúas horquilla, un bulldozer y una grúa telescópica.
Energía y consumo de agua
Los desafíos energéticos e hídricos no son ajenos al diario vivir de Minera San Gerónimo. Respecto del suministro energético y su uso eficiente, la empresa se encuentra atendiendo esta materia en dos frentes: uno gremial, a través del Consejo Regional Minero de Coquimbo (Cor- minco) y la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), y otro interno, donde han impulsado medidas para incrementar la eficiencia energética de sus maquinarias y equipos.
Esto, en consideración a que se han visto afectados por los altos costos energéticos, como asegura el gerente de Recursos Estratégicos y Servicios Generales de la minera, Mario Jofré: “Se trata de uno de los insumos principales que golpea fuerte en el costo final”.
Sobre este desafío, el ejecutivo sostiene que “tratamos de ser lo más eficientes en el uso energético a través de equipos generadores autónomos, de manera de contar con una determinada potencia que nos permita no entrar en hora punta, garantizándonos ciertas unidades de la línea operacional y autonomía en caso de cortes de energía”.
Paralelamente, desde hace un tiempo vienen estudiando la incorporación de fuentes de energía renovables, como la solar o eólica. Yerko Rendic puntualiza que se encuentran “en fase de estudio de un proyecto foto- voltaico, cuya etapa incluyó una visita a Alemania a una empresa con la cual podríamos ejecutarlo”.
En relación con el consumo de agua, el director destaca que “en nuestra planta concentradora registramos un 80% de recuperación del agua, lo que nos deja en un muy buen pie, considerando que esta región sufre una sequía desde hace ocho años”.
En esa línea, Mario Jofré comenta que Minera San Gerónimo posee una matriz de agua flexible, “dado que tenemos un soporte de derechos de agua superficiales y subterráneas”. En la operación de Talcuna, Jofré resalta la incorporación de un espesador de relaves entre las tecnologías empleadas, que “es la primera etapa donde nosotros recuperamos un volumen importante de agua, que posteriormente vuelve al proceso de la planta”. En dicha división la demanda de agua es cubierta a través de fuentes superficiales. “Nuestra demanda actual diaria es de 110 litros promedio por segundo. De esa cantidad estamos reciclando o reprocesando un 80% del agua, de forma tal que como agua fresca no superamos los 21 o 22 litros por segundo”, explica Jofré. En la división Lambert, en tanto, no existen redes de canal, pues en ella disponen de fuentes hídricas subterráneas. “Allí tenemos tres pozos, de los cuales solo estamos haciendo uso de uno de ellos, por lo que nuestro consumo de agua no supera los seis litros por segundo”, concluye.