Caserones: en el tránsito de proyecto a operación

Mar 3, 2015

Plenamente completadas las puestas en marcha tanto de la mina como de la planta hidrometalúrgica, hoy el desafío para este nuevo actor de la gran minería del cobre se focaliza en su línea sulfuros. Ricardo López, gerente general de la compañía, señala que esperan estar en régimen a mediados de este año.

Un cambio de foco “radical” enfrenta hoy Minera Caserones: el paso de ser un proyecto a una compañía en plena operación. Así lo describe el gerente general de la empresa y presidente ejecutivo de Lumina Copper Chile, Ricardo López Vergara. Y es que si bien la nueva faena realizó su inauguración formal a fines de julio último, la puesta en marchade la línea de sulfuros “no ha estado exenta de dificultades”, reconoce el ejecutivo.

[Ficha técnica de la mina Caserones]

“Todo cambio requiere de una transición, de ir preparando la organización, modificando la estructura haciendo la adaptación del modelo de negocios para que responda exactamente a los requerimientos de esta etapa; con los ajustes, también, en función del momento que estamos viendo como ciclo económico del país y a nivel mundial”, señala en esta entrevista con MINERÍA CHILENA.

Ricardo López, gerente general y presidente ejecutivo de Lumina Copper Chile

Ricardo López, gerente general y presidente ejecutivo de Lumina Copper Chile

Tras la partida de Nelson Pizarro a Codelco, con quien trabajó codo a codo los cerca de ocho años que tomó el diseño y posterior construcción de Caserones, Ricardo López asumió en septiembre pasado el liderazgo de la compañía (desde octubre de 2013 se desempeñaba como subgerente general). “Estuve desde el comienzo, en 2006, cuando teníamos los primeros estudios y estaba solamente el cerro, sin ninguna obra. Por lo tanto, conozco con bastante profundidad el yacimiento, las etapas que se han superado… Eso da herramientas complementarias para llevar adelante el desafío”, comenta. No obstante, hace hincapié en que ejecutar con éxito la fase de operación es una tarea que se enfrenta con un equipo de trabajo: “Es un esfuerzo colectivo”, enfatiza.

[Conoce cómo es un día de trabajo en Caserones]

Puesta en marcha
¿Cuáles son las prioridades en esta nueva etapa ya de operación de la faena?
Luego de finalizada la construcción de Caserones, el compromiso actual es terminar adecuadamente la puesta en régimen de las operaciones o ramp up de la concentradora, de manera de asegurar el suministro estable de cobre a los dueños (los consorcios japoneses Pan Pacific Copper Co., constituido por JX Nippon Mining & Metals y Mitsui Mining & Smelting, con el 77,37% de la propiedad, y Mitsui & Co., con el restante 22,63%), porque somos parte de un encadenamiento productivo mayor.
Luego, la operación estable requiere de un alto grado de planificación, por ello en estos últimos meses, en paralelo a la puesta en marcha de la concentradora, hemos trabajado en la actualización del modelo de negocios de la compañía y en la planificación estratégica del trienio 2015-2017, definiendo las que serán las prioridades en función del objetivo que hemos llamado “Excelencia Operacional”, cuyos énfasis están en la sustentabilidad, la producción y la eficiencia.

¿Qué balance hacen de la puesta en marcha de la faena? ¿Cuál es el estado actual de Caserones?
Tenemos tres periodos muy bien definidos:
• El primero fue el inicio de operaciones de la mina a fines de 2012 y que ya está hace un buen tiempo a capacidad de diseño, de acuerdo con los requerimientos de las plantas.
• El segundo fue la línea de cátodos, proceso iniciado en marzo de 2013 y que terminó a fines del mismo año, con la producción de acuerdo a diseño y que ahora está a capacidad instalada.
• El tercer periodo comenzó el 31 de mayo de 2014, con la primera tonelada de mineral procesada por el molino SAG, que marca el inicio del ramp up de la planta concentradora. Esta etapa no ha estado exenta de dificultades, que las estamos abordando con un equipo de profesionales dedicados a la solución.

Si lo traduzco en porcentaje, actualmente tenemos a la mina con el 100% de los equipos y dotaciones para el cumplimiento del plan de producción; la planta hidrometalúrgica también está en el 100% de sus capacidades; mientras que la concentradora está a un 50%.

¿Dónde han estado las demoras en la puesta en marcha de la concentradora?
Ha sido algo más complejo de lo que teníamos pensado. Comenzamos el ramp up en pleno invierno, como no hubiésemos querido, pero ahí terminamos la última fase de la construcción que era imprescindible para iniciar la fase productiva. Sufrimos muchos problemas de congelamiento de equipos durante el periodo invernal, con instalaciones que no estaban completamente construidas; no fue fácil y tuvimos que ir solucionando cada uno de estos inconvenientes.

Luego nos hemos encontrado con lo que ya puede ser más típico en una puesta en marcha: cuellos de botella aguas arriba y aguas abajo, que van entrabando la continuidad de la operación.

Y ahora estamos en una etapa de normalización mecánica de la concentradora y estandarización de los sistemas de control automático que nos permitan operar a plena capacidad y con el nivel de eficiencia definido en la etapa de ingeniería.

¿Cuándo estiman que esté finalizado este ramp up?

Creo que, al menos, nos va a tomar un par de meses.

¿Cuánto retraso significa respecto de lo que tenían inicialmente planificado?
Del orden de los cuatro meses. Podemos decir que el complejo Caserones estará en régimen a mediados de este año, con una planta concentradora con capacidad anual para 150.000 toneladas, en sus primeros cinco años y 110.000 ton de cobre contenidos en concentrados en el resto de sus 28 años de vida productiva.

¿Cómo evalúa estos resultados?
Quisiéramos efectivamente estar en un nivel de ramp up mayor, pero es mejor tomar ahora el tiempo necesario para asegurar que uno va a tener una operación estable. Porque lo peor que uno podría hacer es acelerar los pasos y empezar a encontrar sorpresas después, cuando estemos en condiciones de estar produciendo a plena capacidad; la pérdida sería mayor.

¿Cómo proyectan 2015 en cuanto a producción?
Estamos terminando los análisis del programa de producción definitivo. Deberíamos estar en el rango de las 30.000 toneladas de cobre catódico; y respecto de los concentrados esperamos que las tareas de normalización mecánica y estandarización de los sistemas de control afecten lo menos posible nuestro plan original del orden de 130.000 toneladas de cobre.

Ricardo López encabezando la reunión final de una Caminata Gerencial, instancia en la cual los ejecutivos recorren distintas áreas de la operación.

Escenario económico
¿Qué impacto tiene el actual escenario de precios que enfrenta la industria minera?
Sin duda nos afecta el escenario económico, tanto de precios del cobre como de algunos insumos. Lo estamos abordando y estamos partiendo este año con una planificación bastante enfocada en la reducción de costos.

La verdad es que en nuestro yacimiento, que es de muy baja ley (un promedio de 0,34% de cobre), la posibilidad de tener una mayor producción para ir sosteniendo adecuadamente los costos más estructurales no es muy grande. Por lo tanto, nuestro enfoque tiene que ser de austeridad… Eso involucra desde los esfuerzos que debemos hacer para controlar costos que pudieran no ser muy significativos, pero sí importantes en términos de formar una cultura al respecto dentro de la compañía, hasta aquellos que son ya más estructurales; y también con un foco en el análisis de los contratos de operación. La mayoría de estos se diseñó durante las etapas de factibilidad y de construcción, con muchos supuestos que ahora, a la luz de un par de años con algún grado de operación, se pueden precisar de mejor forma; tenemos más certezas acerca de las condiciones en que se prestan los servicios. Es un tema que tenemos que revisar con nuestros contratistas.

¿Hay flexibilidad para ello en los contratos?
Tenemos que encontrar los grados de flexibilidad con nuestros contratistas para poder llegar a un plan de ahorro; de modo que tal como lo estamos implementando nosotros, lo hagamos con ellos.

¿Y cómo les ha ido con los ajustes en el plano interno?
Los mayores ajustes han estado en los gastos generales –áreas que nos están directamente ligadas a la producción–, en que siempre hay algunos espacios…e ir creando en nuestros trabajadores propios y contratistas una cultura de austeridad y control de costos, que si bien es parte del diseño de Caserones, ahora se hace imprescindible. En definitiva, es irnos situando en un ámbito de total realidad respecto a la situación económica actual.

¿A cuánto ascienden los costos de operación? ¿En cuál cuartil de la industria se sitúa Caserones?
En este momento y dado que estamos en la etapa de puesta en marcha, donde uno está haciendo el gasto pero no está teniendo todavía la completa retribución económica de aquello, es difícil situarse en un costo objetivo, porque también es muy variable en el tiempo. Pero este año deberíamos estar en el rango del tercer cuartil. Cuando ya estemos a régimen y con todos nuestros procesos implementados esperamos estar en el rango del segundo cuartil de costos, que es también un esfuerzo relevante. Dadas nuestras leyes minerales nosotros necesitamos procesar aproximadamente el doble que las operaciones equivalentes de la industria, pero es un desafío importante a llevar adelante.

¿Cuál es la dotación de la compañía?
Somos del orden de 600 personas tanto en nuestras oficinas de Santiago, como en Copiapó y, fundamentalmente, en terreno. Y aproximadamente unos 1.500 contratistas de operaciones.

Además, aún contamos con un contingente de unos 2.000 externos, abocados al término de obras pendientes y de detalle de la fase de construcción, que estarán por alrededor de un año y medio más.

 

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